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Pérdida de especies daña la agricultura

PIE DE FOTO: SON NECESARIOS. Cultivos como el maíz requieren de servicios ecosistémicos. (Foto: Alfonso Hernández)

La pérdida de insectos, aves y mamíferos polinizadores; de especies dispersadoras de semillas; de reptiles y aves controladores de plagas; de plantas y animales constructores de suelos y reductores de impactos y perturbaciones, puede ser desastroso para la agricultura y ganadería de Jalisco, primer productor nacional agropecuario. Y como esta entidad, buena parte del mundo debe prepararse para afrontarlo, según el informe de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), presentado ayer.

Cualquier cultivo exitoso en los que Jalisco es líder, como el maíz, el agave, las berries o el aguacate demandan servicios ecosistémicos de las especies silvestres: el suelo fértil, la sombra y regulación climática, el equilibrio de la cadena trófica para mantener bajo control a las especies potencialmente dañinas, el agua y el carbono capturados, la polinización. Pasa igual con la ganadería: los potreros bien manejados proveen más alimento, agua y sombra para reducir el estrés de los animales.

Casi 12 por ciento de la economía estatal se basa en producir alimentos, pero es evidentemente el sustento del total de la población. Con la destrucción de las especies –cambio de uso de suelo que arrasa bosques; envenenamiento de aves, de abejas y de reptiles y roedores, o extinción por pérdida de hábitat–  se altera el equilibrio de los ecosistemas, aumenta el calor y las plagas, se obliga a invertir más en paquetes tecnológicos que propician erosión y contaminan  suelos. Para el organismo internacional, urge mejorar prácticas y conocimiento para preservar todas las especies.

El estado de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura en el mundo “ofrece una evaluación de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura y su gestión en todo el mundo, basándose en la información proporcionada en 91 informes de países (preparados por más de mil 300 colaboradores), 27 informes de organizaciones internacionales y aportaciones de más de 175 autores y revisores”, señala el resumen ejecutivo difundido la tarde de ayer.

Ofrece cinco principales conclusiones: uno, la biodiversidad es indispensable para la alimentación y la agricultura, y en consecuencia, para la seguridad alimentaria, el desarrollo sostenible y la prestación de muchos servicios ecosistémicos vitales. Dos, “los múltiples factores impulsores del cambio que interactúan entre sí están afectando a la biodiversidad para la alimentación y la agricultura”, si bien “algunos brindan la posibilidad de fomentar una gestión más sostenible”.

Tres, “la biodiversidad para la alimentación y la agricultura está disminuyendo (…) (por lo que) es necesario mejorar los conocimientos sobre la biodiversidad asociada”.

En contraste, el punto cuatro destaca que “según los informes, está aumentando el uso de muchas prácticas respetuosas con la biodiversidad. En Jalisco, ciertas prácticas de agricultura de ladera preservan especies criollas de maíz, frijol y calabaza, así como una creciente utilización de abonos y pesticidas orgánicos.

Y cinco: “No hay suficientes marcos propicios para la utilización sostenible y la conservación de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura. Es urgente establecer marcos propicios, o reforzar los existentes” para lograrlo. “La investigación sobre los sistemas alimentarios y agrícolas debe ser más multidisciplinaria y participativa, y centrarse en mayor medida en las interacciones entre los diferentes componentes de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura”. Es decir, más inversión en ciencia con diversos enfoques.

La biodiversidad alimentaria

La biodiversidad para la alimentación y la agricultura “incluye a todas las plantas y animales -silvestres y domésticas- que nos proporcionan alimentos, piensos, combustible y fibra. También abarca la miríada de organismos que apoyan la producción alimentaria a través de los servicios ecosistémicos, lo que denominamos biodiversidad asociada”

Se trata de todas las plantas, animales y microorganismos (como insectos, murciélagos, aves, manglares, corales, praderas marinas, lombrices, hongos y bacterias que habitan en el suelo) “que mantienen los suelos fértiles, polinizan las plantas, purifican el agua y el aire, mantienen sanos a peces y árboles, y combaten las plagas y enfermedades de los cultivos y el ganado”

“La biodiversidad es fundamental para salvaguardar la seguridad alimentaria mundial, sostener dietas saludables y nutritivas, mejorar los medios de subsistencia rurales y reforzar la resiliencia de las personas y comunidades. Tenemos que utilizar la biodiversidad de forma sostenible, para poder responder mejor a los crecientes desafíos del cambio climático y producir alimentos de una forma que no dañe a nuestro medio ambiente”

Fuente: Informe Mundial de Biodiversidad de la FAO