Confía más en cantera que en ‘cracks’

Prácticamente la misma cantidad que pagó Tigres a Pachuca por los derechos federativos de Jürgen Damm es la inversión anual de Jorge Vergara en fuerzas básicas de Chivas.

Son 8 millones de dólares. Mientras un club decide acortar tiempos y evitar procesos o experimentos, el Club Guadalajara retomó la idea de apostar con más fuerza por lo que produce en su interior a obtenerlo por fuera y a un mayor costo.

Para Jorge Vergara la ecuación es más simple y práctica. Le reditúa más un proyecto a largo plazo en el que de un grupo numeroso de jugadores pueden salir paulatinamente, posiblemente poco más de cinco jugadores talentosos, a comprar uno ya consolidado o con promesa de ser estrella como el caso de Damm o Ángel Reyna.

Si en el pasado funcionó confiar en la camada de Omar Bravo, Carlos Salcido y Francisco Rodríguez para después entregar la obra maestra de Javier Hernández, ahora hay optimismo en que esa cantera resurja y sea el abasto para el primer equipo para no recurrir al mercado foráneo en el que se elevan los costos.

Vergara apela a sus conceptos y trata de no ser negativo en un proyecto que por momentos parece no ser tan rentable.

"Caro no es, caro es lo que no vale. Costoso sí es, por supuesto porque desde los 12 años les das casa, comida, escuela, es un proceso y es un embudo muy draconiano porque no todos llegan a buen término, pero obviamente que es posible hacerlo hablando en finanzas porque con un par de jugadores, por ejemplo: Chícharo me ayudó a pagar cinco jugadores, un jugador que sale nos ayuda a invertir más en fuerzas básicas. Además los clubes nos debemos a los mexicanos y hay que confiar".

Y el polémico propietario del Club Guadalajara asegura no arrepentirse de invertir 8 millones de dólares al año.

"La verdad que no, es como si dijeras que me arrepiento de invertir en Educare, educar a los chavos es una buena inversión aunque no sean grandes cracks es una gran inversión para México el educarlos".

Los talentos más recientes que se han exportado a Europa son Ulises Dávila al Chelsea, pero que nunca jugó ahí sino en el Vitesse de Holanda, Sabadell, Córdoba, Tenerife y Vitoria Setúbal, para finalmente regresar al Santos. El otro es el portero Raúl Gudiño con el Porto de Portugal en el que es suplente de Iker Casillas y semanas atrás Marco Fabián partió rumbo al Eintracht Frankfurt.

Reyna, un talento perdido

De 2014 a 2015, Chivas invirtió más en refuerzos veteranos al repatriar a gente como Omar Bravo, Carlos Salcido y recurrir a otros experimentados como Aldo de Nigris, Fernando Arce, David Toledo, pero el que menos resultado dio y el más costoso de todos ha sido Ángel Reyna, quien se entrena con el equipo de la Segunda División, ya que no se le encontró algún club ni en México ni en el extranjero y mientras sigue percibiendo un sueldo anual de 1.7 millones de dólares.

Jorge Vergara deja la decisión de reintegrarlo en el técnico Matías Almeyda, porque no deja de admitir que es un jugador de gran talento.

"Yo lo veo como un chavo con mucho talento que metió dos o tres patas y si tiene la humildad para reconocer sus errores podría cambiar el escenario para él, estoy seguro. Todo depende de Almeyda y el equipo, por más que me duela el bolsillo, es un gran jugador que puede ser un crack".

EH/IP