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Tras triunfo de Trump, NY podría destruir un banco de datos

(Foto: Archivo | AP)

Cuando la ciudad de Nueva York estableció el año pasado el mayor programa municipal de tarjetas de identificación a nivel nacional, intercesores dijeron que ayudaría a salir de las sombras a personas que viven en el país sin permiso.

Pero desde que Donald Trump fue elegido presidente, funcionarios de la ciudad están cuestionándose si las tarjetas podrían poner en mayor riesgo de deportación a esas mismas personas.

La ciudad prometió proteger los registros personales de los poseedores de la tarjeta e incluso podría borrarlos utilizando un tipo de provisión de autodestrucción que permite que la información sea destruida al final del año. Al menos un legislador estatal ha criticado esa idea ya que, dijo, podría imposibilitar el rastreo de personas si han obtenido tarjetas fraudulentamente.

Algunos inmigrantes están conformes con la postura de la ciudad, aunque reconocen que siguen cautelosos.

Alberto Saldivia obtuvo su tarjeta "IDNYC" este año después de residir en el país 15 años sin autorización legal.

"Me ocasiona enorme preocupación, porque ellos tienen mi información; además la información de mi hijo", dijo el ciudadano mexicano de 53 años a través de un traductor.

Pero él se sintió reconfortado cuando el alcalde Bill de Blasio dijo la semana pasada que la ciudad "absolutamente" resguardaría las identidades de los portadores de tarjeta de identificación. De Blasio, un demócrata, señaló que funcionarios evaluarán si se borrarán registros personales, una provisión que fue instalada en el programa debido en parte a preocupaciones sobre la posible elección de un presidente republicano como Trump, cuyas promesas de campaña incluyeron la de deportar a millones de personas que están en Estados Unidos sin permiso.

Los programas de identificación municipal comenzaron en 2007 en New Haven, Connecticut, y se han extendido a aproximadamente 10 ciudades, incluyendo Los Ángeles y San Francisco. El programa de Nueva York es el más ambicioso, con más de 800.000 poseedores de tarjeta, muchos de ellos ciudadanos estadounidenses o residentes legales.

 

HJ