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Y cuando despertó…

Finalmente tuvimos elecciones, pero la realidad sigue ahí, igual que ayer. Las promesas electorales no cambian nuestra situación por los buenos deseos, la retórica o las teorías que hayan tenido los candidatos ganadores.

De hecho, siempre quedarán las dudas, suspicacias e inconformidades sobre cómo algunos de los que sean declarados ganadores obtendrán una gubernatura, una curul, una presidencia municipal o una regiduría; cómo han jugado ahora, al igual que lo han hecho antes, los intereses económicos en la definición de quienes nos gobiernan y qué deciden.

Kratos, el poseedor del poder y la fuerza (el que gobierna), estará alimentado por la decisión popular (democracia), pero también por el poder del dinero (plutocracia). Ninguno de los dos alimentos, la decisión popular y el dinero, pueden explicar la totalidad de los resultados, pero por sus decisiones sabremos a cuál de sus fuentes de poder privilegiará Kratos, el gobernante.

Por lo pronto, ubicándonos desde las tres elecciones efectuadas en Jalisco (para diputados federales, locales y presidentes municipales), las agendas de decisión económica vendrán bien cargadas en los próximos tres años y desembocarán en la continuidad o cambio de estrategias económicas para 2018.

En la Cámara de Diputados deberá legislarse sobre el Sistema Nacional Anticorrupción, a partir de la reciente reforma constitucional que, si bien cuenta con elementos positivos, deja el privilegio de la figura del fuero y establece que el presidente designe (con el aval del Senado) a los magistrados que por 15 años juzgarán sobre actos corruptos.

Además, los diputados llegarán con la tarea de aprobar el presupuesto de egresos base cero, que implicará un significativo reacomodo del gasto público para 2016. También podrá seguir habiendo cambios sustantivos en materia de legislación sobre aguas y campo. En fin, habrá que dirimir sobre mantener la inercia del sentido de las reformas y los “cheques en blanco” al poder ejecutivo, o la búsqueda de alternativas.

En el Congreso de Jalisco las aprobaciones de las leyes de ingresos y de los presupuestos de egresos también serán significativas, ante la eventual caída en las aportaciones y participaciones federales.

En cuanto a las elecciones que acapararon los reflectores en Jalisco, las municipales, podrá advertirse si realmente existe una voluntad de cambio en el diseño de la estrategia de política económica local y en la definición de prioridades de infraestructura, transparencia, cuidado ambiental, promoción del empleo y equidad social.

Pocos comportamientos serían más dañinos que seguir manteniendo una política social que en lugar de asegurar los derechos de la población se venda como “ayudas” gubernamentales a los más pobres (formando, manteniendo o acrecentando clientelas políticas), combinada con decisiones económicas orientadas a la generación de beneficios privados para algunos políticos coludidos con unos cuantos empresarios “bien relacionados”.

Si se sigue dando esto último, quedará claro que Kratos sólo obedece al dios del dinero, al becerro dorado. Y así, la descomposición social no podrá revertirse.

@LIgnacioRM

Luis Ignacio Román Morales  es Profesor de tiempo completo del Departamento de Economía, Administración y Finanzas del ITESO