¿Qué hacer con el PRD?

Creo que ni los dirigentes del partido del sol azteca saben la respuesta a la pregunta que da título a nuestra columna de hoy, pero tendrán que encontrar, con carácter de urgente, la fórmula para evitar que la izquierda en Jalisco sea borrada del escenario político y quede representada únicamente por quienes lo comandan en la entidad.

Ayer un grupo de periodistas sostuvimos un interesante encuentro donde dialogamos con el presidente nacional del PRD, Manuel Granados Covarrubias, quien lamentablemente no pudo o no supo decirnos cuál será el futuro de su partido en el estado, quizás porque desconoce aún la realidad del perredismo jalisciense o porque no encuentra la manera de explicar que aquí su partido tiene que ser refundado.

De diferente manera, con diversos planteamientos, pero buscando encontrar una respuesta a la pregunta sobre el futuro del PRD en Jalisco, tres periodistas cuestionamos al respecto a Granados Covarrubias, quien no obstante que demostró tener una excelente retórica no logró dar la respuesta.

“Nosotros queremos hacer partido”, fue lo más que pudo decir el presidente nacional perredista de manera general, puntualizando que buscarán liderazgos locales, acercándose a la dirigencia estatal y a la militancia jalisciense. ¿Qué quiso decir con eso? Todo y nada. Y es que Manuel Granados tiene una visión nacional de su partido y a partir de ahí pretende partir en la solución de un hondo y añejo problema del PRD en Jalisco que es muy diferente al que vive el perredismo en otras entidades.

Aquí hay un partido –y así se le planteó, como si fueran peras y manzanas– que vive a la sombra del Grupo Universidad de donde han salido sus dirigentes y candidatos a lo largo de los años, pero que hoy ese grupo fáctico ha decidido abandonarlo y aliarse al adversario partido Movimiento Ciudadano. Así se le dijo y la única respuesta que encontramos de Manuel Granados fue un sepulcral silencio. No hubo palabras –y quizás no las haya– para refutar una realidad incuestionable.

Entendemos que, aunque parezca increíble, la prioridad de la dirigencia nacional del partido de izquierda sea impulsar la candidatura del candidato del partido de derecha, Acción Nacional, a la Presidencia de la República, y que por ello deje en segundo o tercer plano –porque seguramente la segunda prioridad será mantener el poder en la Ciudad de México–, el futuro del PRD en Jalisco, un partido que prácticamente se ha mantenido como franquicia en manos del Grupo Universidad.

Y tan incierto es el futuro del partido del sol azteca jalisciense que mucha inquietud generó a su interior lo comentado ayer aquí en este espacio sobre las declaraciones de su dirigente estatal, Víctor Hugo Prado, en el sentido de que buscan interesar a dos prospectos externos –no militantes– para que uno de ellos sea su candidato a la gubernatura, no obstante que como aspirante se registró en tiempo y forma Carlos Orozco Santillán de quien Prado pronosticó que podría declinar a fin de darle entrada a un nuevo aspirante.

Uno de los primeros inquietos y preocupados fue el propio Orozco Santillán, quien ignoraba los planes de su dirigente estatal.

El PRD carece de líderes en el estado. No ha sabido generarlos. No los ha formado porque su actuación no ha sido la de un partido político que genere sus propios cuadros, sino que le han sido prestados cada tres años por el Grupo Universidad que no los deja consolidarse como verdaderos políticos sino únicamente los utiliza como perfiles “emergentes” electoralmente.

¿O alguien puede decirnos dónde están ahora quienes presidieron el comité estatal u ocuparon cargos de elección popular? Están en el retiro forzoso por instrucciones de su jefe político.

Por ello, ¿veremos renacer al PRD en Jalisco o le damos ya los santos óleos?

ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.

JJ/I