Quinto Patio

El efecto López Obrador apunta a tener repercusiones en Jalisco. Esa tendencia nacional a favor de El Peje podría favorecer a candidatos a diputados locales y federales, a senadores, alcaldes y a la gubernatura, cobijados por Morena. Su dimensión exacta se conocerá luego del 1 de julio, pero un posible escenario (subrayado lo de posible, ¿ok?) lo prefiguran encuestas de intención de voto. Uno de los datos en que más o menos coinciden las escasas encuestas realizadas es que Morena ha tenido un crecimiento significativo, lo cual se nota en particular con su candidato a la gubernatura, Carlos Lomelí. Si bien va a la cabeza el abanderado de Movimiento Ciudadano (MC), Enrique Alfaro, la distancia entre ambos se ha ido acortando.

Con una confiabilidad de 95 por ciento, la empresa Indicadores levantó en Jalisco mil 200 encuestas del 12 al 14 de junio, en 39 municipios. A la pregunta, ¿si la elección para gobernador del estado fuera hoy por cuál partido votaría?, los resultados fueron: en primer lugar MC (30.4 por ciento) y en segundo, en empate técnico, Morena (28.8), y en un lejano tercer lugar el PRI (12.5). De febrero a junio, MC aumentó 3.2 puntos (de 27.2 a 30.4) y Morena 9 (de 19.8 a 28.8). Si los ciudadanos votan más en función del partido y no tanto del candidato, la contienda por la gubernatura tendría una fuerte disputa.

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Añadamos, en más de la encuesta anotada, que ante la pregunta ¿si la elección para gobernador del estado fuera hoy, por cuál candidato y partido votaría?, Enrique Alfaro recibió 37.1 por ciento de la votación; Carlos Lomelí, de Morena, PT y PES, 26.6; y Miguel Castro, del PRI, 13. En cuanto a la tendencia de la intención por candidato y partido, Alfaro la aumentó poco de febrero a junio, al ir de 34.1 a 37.1; es decir, se ha mantenido en ese rango.

En cambio, la encuesta de Indicadores arrojó como resultado que Lomelí literalmente se disparó de 16.8 a 26.6; y Castro descendió de 17.7 a los 13 anotados. Faltan 10 días de campaña. Ya no habrá otro debate. ¿Qué tanto podrían moverse los porcentajes de intención del voto? Pronto lo sabremos, estamos en la segunda quincena de junio y el 1 de julio… está cerca.

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Cuando de manera oculta la mayoría (¿o todos?) de los candidatos apostaba a que la selección mexicana perdería el partido ante Alemania (aunque de dientes pa’ fuera le echaran porras), el sorpresivo triunfo tricolor los sacudió al igual que al resto de mexicanos. Pensaban que la escuadra azteca saldría derrotada, pero no se atrevían a reconocer su pronóstico fatal. Ahora los hay que se volvieron fans patrioticofutboleros. La moda es subirse a la ola verde y lanzar loas a los vencedores del campeón del mundo. Pero más allá de lo puntilloso y criticones que somos, revisemos sus posturas:

Alfaro: enfundado en la playera de la selección, pronosticó en un video que el resultado sería 1-0, suponemos de triunfo de la selección; Lomelí: no cabe duda, opinó, que los mexicanos nos crecemos ante los escenarios más complicados, la esperanza nunca muere, añadió; Castro: mientras desayunaba birria en La Barca, afirmó ¡sí se pudo, México!; Ismael del Toro escribió que El Chuky es de la familia, “yo me casé con la mejor Lozano del mundo y por eso hoy festejamos jajaja”; Claudia Delgadillo puso también “sí se pudo”; Eduardo Almaguer: “¡México, eres grande! Gracias por el triunfo ¡jugaron con el corazón!”. Y de ái pal real.

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Entre desternillarnos de risa por los chistes con el video de Zague, cantar desafinados Cielito lindo, gritar hasta desgañitarnos, acudir a La Minerva a ondear la bandera mexicana y dar la vuelta a la glorieta, tocar cientos de veces el claxon de los vehículos, bailar buen rato como poseídos y, claro, entrarle a los tritones y a los submarinos, esta vecindad festejó el triunfo del Tri. Dicho lo cual, nos retiramos a nuestros aposentos a recuperarnos.

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JJ/I