Columna
Eclipsadas por el arranque del Mundial de Rusia 2018 –y, sobre todo, por el sorpresivo triunfo de la Selección Mexicana sobre el representativo alemán–, las campañas agonizan: el 27 de junio es el último día, luego del cual comenzará la tan esperada veda electoral.
Si de las campañas de quienes buscan alcanzar la Presidencia de la República se puede decir que dejaron mucho qué desear, las de los que buscan un puesto de elección popular en Jalisco y en la Zona Metropolitana de Guadalajara no se quedaron atrás. Los tres principales candidatos a la gubernatura dedicaron gran parte de su tiempo, y sus recursos, a criticar a sus contendientes, como si la consigna fuera decirle al elector: “Vota por mí porque soy menos malo que él”. Luego de tres debates, lo único que quedó claro es que las propuestas con las que quieren gobernar a Jalisco tienen poco o nada qué ver con la realidad de los habitantes del estado y, más grave todavía, volvieron a caer en la vieja consigna de que prometer no empobrece: hubo muchos qué, pero pocos cómo. Los tres candidatos punteros se evidenciaron indolentes, por decir lo menos, en temas urgentes para el estado, como son la crisis de inseguridad, la violencia, los feminicidios y las desapariciones. Por otro lado, en su afán por quedar bien y no perder votos, se mostraron tibios en temas prioritarios y que quien resulte electo habrá de enfrentar pronto, como la legalización del aborto y de la marihuana.
En lo que respecta a las campañas por las alcaldías de la Zona Metropolitana de Guadalajara, el panorama es todavía más triste. Los perfiles de los candidatos son bajos y su oferta, si la hubo, quedó eclipsada por las campañas estatal y federal. El colmo de la decepción entre los candidatos a las alcaldías llegó hace unos días, cuando se informó la reunión de Pablo Lemus, que busca la reelección en Zapopan, con el Frente Nacional por la Familia, asociación que ni siquiera debería de existir dada su fascinación por imponer sus dogmáticos puntos de vista pasando por encima del estado laico.
Mención aparte merecen, creo, los jóvenes de Wikipolítica que, usando como ariete a Pedro Kumamoto, buscan configurarse como una bancada en el Congreso de Jalisco y colar tres diputaciones federales. Tal como ocurrió con Kumamoto, que ahora tiene la mira puesta en el Senado, la y los candidatos independientes armaron una campaña de puerta en puerta y habrá que ver cuál es el impacto final en un electorado cansado de promesas y bombardeado de spots.
Se acabó el tiempo, queda una semana. Nos toca expresarnos en las urnas.
JJ/I
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