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Convencido. Juan Manuel Salas elije la pintura porque en ella encuentra una inspiraci�n que no hay en otra materia. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)
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Ya han pasado 10 años desde que el pintor tapatío Juan Manuel Salas decidió dedicar su vida a la pintura. Aunque no tiene una respuesta inmediata, lo cierto es que su producción más reciente ha estado rondando la pregunta fundamental ¿por qué la pintura?
Becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, recientemente ha estado explorando imágenes obtenidas en plataformas aleatorias de Internet, esas que están destinadas entre el tráfico diario a ser olvidadas, para inmortalizarlas a través del lienzo. De esta forma perpetua de retomarlas habla su última serie.
NTR. ¿Cómo fue tu acercamiento con la pintura?
Juan Manuel Salas (JMS). Fue muy ingenuo. En la preparatoria estudié una carrera técnica en diseño publicitario y tenía muchas materias de pintura que entonces me inspiraron. Encontré en ello una facilidad que no estaba en materias como matemáticas, lo disfrutaba tanto que tomé la decisión de estudiar artes y pintura sin imaginarme todo lo que vendría después. Desde entonces sentí esa atracción por la pintura, ahí se definió. Ya pasaron 10 años exactos desde mi primera interacción elemental.
NTR. ¿Cuál fue la formación que definió el camino que seguirías?
JMS. A nivel académico es muy deficiente la universidad, deja muchos vacíos, hay profesores muy malos aunque hay otros muy buenos que son una especie de luz en el camino que te guían sobre lo que hay que ver, que leer y a veces con eso basta. Muchos alumnos salen de la carrera creyendo que los profesores malos, que en realidad afuera de la institución no tienen trayectoria, son la guía. La realidad no es así. A mí me inspira lo que está a mi alrededor y lo que está cerca. Hice sobre todo amistades invaluables a lo largo de la carrera que luego me llevaron a proyectos como Lateral, un espacio (de producción y exhibición) que comencé con Arturo Cerda: lo veíamos necesario desde que éramos estudiantes.
NTR. ¿Hay muchas limitantes en cuanto al mercado, por ejemplo, que condicionan tu obra?
JMS. Con la pintura existe la ventaja de que es la disciplina que tiene más éxito en el mercado, pero al mismo tiempo los pintores están limitados a trabajar con algo específico y si te sales de esa línea con mucha certeza no serás rentable y, por lo tanto, no expones. Todo eso te condiciona, y es duro. Ha sido un conflicto con el que he lidiado: entender todas estas reglas no escritas que están dispuestas en el mundo del arte. Pero la pintura en Guadalajara es una cosa, en Ciudad de México es otra y en Nueva York es otra. Todas esas variables están ahí y te condicionan de una u otra manera aunque tú no quieras, te van modificando. Los tutores del Fonca y tus compañeros, sus consejos, sus críticas, claro que te cambia, pero tampoco quiero pintar algo en donde no tenga que reflexionar sobre los detalles conceptuales o técnicos de mi trabajo. Lo tomo en serio. No puedes hacer todo lo que te dicen, hay que tener un filtro y un criterio, pero sobre todo ser honesto contigo mismo, hacer lo que te gusta y no cambiar eso que es fundamental para exponer en una galería. Hay cosas que no estoy dispuesto a hacer y que no hice.
NTR. ¿Qué es lo que te interesa explorar ahora?
JMS. Casi siempre tiene que ver con la misma pintura, conceptualizar sobre la práctica y la imagen. Ahora me interesa mucho, por ejemplo, trabajar con imágenes de desperdicio. Siento que hay algo misterioso detrás de esas imágenes que no le sirven a nadie. Son partes de libros que nadie va a volver abrir, o de archivos en Internet que se han vuelto obsoletos, me interesa volverlas a tomar y pintarlas, disponerlas al lado de otras, todo ello las resignifica y les da otro discurso y otra relevancia que estaban destinadas a no tener.
NTR. ¿Es una forma de reflexionar también sobre Internet y lo que hace con las imágenes?
JMS. Todos generamos contenidos basura. Cuando tienes Internet parece que es un fetiche raro y nostálgico el hecho de pintar. Para mí la pintura está siempre relacionada con esta eternidad, con esta durabilidad de las cosas, pareciera enemigo mortal del Internet en este sentido, estas cosas (señala los cuadros) están aquí en el mundo real, en la computadora está este mar de imágenes que van y vienen y se pierden. En el glitch pasó lo mismo, es un error instantáneo, como una captura del tiempo destinada a morir inmediatamente: quería pintarlo, rescatarlo y eternizar ese momento.
NTR. ¿Cómo jugar con el azar?
JMS. Al principio el proyecto iba de eso: articular imágenes que encontraba al azar y establecer relaciones entre ellas a través de los colores, materias, formas o símbolos. Cuando otros lo vieron lo problematizaron muchísimo, porque en el fondo no era azaroso, no son imágenes al azar, en realidad las elijo con un criterio muy específico de las cosas que me gustan y que no. Son formas que me interesan. Ya no está el azar, pero eso también me interesa.
NTR. Y para ti ¿sí es eso la pintura?, ¿una forma de hacer una imagen eterna?
JMS. Tiene sus preguntas y sus reflexiones, no sé qué tan bueno sea, porque a veces eso también te constriñe, pero le encuentro sentido, incluso a estarme preguntando por ello todo el día. Hay artistas que no se lo preguntan… y a algunos les admiro esa inercia, pero en otros, que no reflexionan ni un poco su discurso o las formas en que representan y enuncian cosas, veo la necesidad y la importancia de hacerlo: ¿por qué la pintura y no otra cosa?
“Casi todas son imágenes de archivos que ya no sirven para nada, que están olvidadas en la historia”
Juan Manuel Salas, pintor
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