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Ejemplo. Hongos del g�nero ganoderma infestando un �rbol en calle Morelos, colonia Ladr�n de Guevara. El ejemplar muri�. (Foto: Violeta Mel�ndez)
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La severa pérdida de arbolado que se ha registrado en la Zona Metropolitana de Guadalajara en días pasados durante tormentas es multifactorial: raíces trozadas por obras, escasa cantidad de suelo para un correcto anclaje, colocación de árboles desproporcionados para calles y camellones, pero en particular, de cinco años a la fecha, un elemento que ha ocasionado el fácil derribo de ejemplares urbanos es la infestación de hongos parásitos del género ganoderma.
De acuerdo con investigadores del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), este hongo, que después de una fase de desarrollo dentro del árbol se manifiesta en la base de éste a modo de proyecciones blancas o cafés de consistencia dura y correosa, suele atacar a especies arbóreas ajenas a la región que no están adaptadas a este tipo de parásitos, y al estar ya infestados, sus raíces se debilitan a tal grado de que muere el ejemplar o se cae de forma sencilla con vientos o lluvia.
“Además del muérdago y la mosca blanca, tenemos el problema del ganoderma, que es un hongo que afecta la parte radicular y va deteriorando el anclaje aún más del árbol, es como si a una persona le cortaran los pies, nomás le dejaran los muñones y le dijeran ‘corre’, imposible. Eso sucede con los árboles, y con el viento y reblandecimiento de sustratos con la lluvia, desgraciadamente se caen”, declaró José María Chávez Anaya, maestro en ciencias del CUCBA.
“Se sugiere que empiecen con áreas piloto para ir atacando el problema de forma gradual. Diagnosticar ganoderma es difícil, sobre todo si no existe la evidencia del cuerpo fructífero del hongo (la seta blanca o café visible), pero deben buscarse estrategias. La caída de los árboles se va a seguir dando si los problemas no son atacados, incluso llega a haber un mismo individuo que está siendo atacado por ganoderma en la parte radicular y por muérdago en la parte de la copa”, agregó Gerardo Alberto González Cuevas, del mismo centro universitario.
La forma en que este hongo ataca a los árboles es por dos vías: la primera, subterránea, es decir, avanza por el suelo hasta que sus células especializadas consiguen entrar en el organismo y sobrevive a expensas de él, debilitando su base; la segunda, a través de lesiones en ramas, pues son ventanas abiertas para las esporas del hongo. Cuando ha logrado colonizar la base, es entonces cuando se presenta la seta blanca o café en el exterior, signo de infestación.
“No es extraño que veamos árboles secos y muertos que en apariencia no hay algo que lo haya matado, pero quizá está el ganoderma abajo (en la raíz), es un llamado a que haya un trabajo de las corporaciones existentes para que pudiera haber un manejo del arbolado más real y aterrizado para cada individuo”, expresó González Cuevas.
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FRASE
“Además del muérdago y la mosca blanca, tenemos el problema del ganoderma, que es un hongo que afecta la parte radicular y va deteriorando el anclaje aún más del árbol”
José María Chávez, especialista
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