Diversidad e intensidad en el Tec de Monterrey

No hay hora del día en la que el Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara tenga un momento de descanso, pues los alumnos abarrotan las aulas y cada rincón posible con la finalidad de dar paso a sus creaciones y de vez en cuando tomar cinco minutos de respiro para continuar.

La entrada es todo un desfile de autos y personas a pie, quienes arriban a comenzar sus día de estudios, mientras que el edificio de residencia, donde viven algunos de los estudiantes se encuentra en orden, pues el movimiento se aprecia en las aulas.

Un claro ejemplo de la intensidad de los días se refleja en la llamada plaza central del Tecnológico, donde se ubica la biblioteca y el área de comida, esa área presenta un flujo considerable de estudiantes prácticamente todo el día.

La biblioteca, que a sus afueras deja ver algunas letras con el 75 aniversario de la institución que se festejó ayer 6 de septiembre, así como frases motivadoras del proyecto que titulan Life, asoma a las decenas de estudiantes que aquí trabajan junto con sus computadoras y algunos libros; el ruido es casi nulo, pero sobresalen los murmullos de aquellos que trabajan en equipo.

Mientras tanto, en la explanada, las bancas son el lugar preferido de los jóvenes, quienes también aprovechan para trabajar en sus computadoras, charlar con sus amigos o simplemente comer antes de comenzar con su jornada educativa, por la misma razón los restaurantes que aquí se tienen están llenos. Algunos docentes también se hacen presentes con su uniforme azul dentro del mar del alumnado.

Restaurantes, una cafetería, una tienda de productos oficiales de la universidad, una enorme fuente y una estatua de borrego cimarrón, mascota de la institución, también son parte de esta plaza.

Este campus tapatío se caracteriza también por la diversidad de procedencias de sus estudiantes, pues por los pasillos se pueden escuchar distintos idiomas o acentos; además, el traslado en bicicleta de un lado a otro es el medio preferido, por lo que en cada esquina es común ver un bicipuerto como si se tratara de una pequeña ciudad.

En las aulas resalta el edifico más nuevo de todos donde se albergan los laboratorios de ingenierías; el color naranja de sus paredes sobresale de los demás. Ahí dentro algunos jóvenes se encuentran en trabajo, por ejemplo, en el laboratorio de prototipado un equipo de cuatro personas trabajan con una impresora 3D para comenzar con el armado de  sus maquetas.

En la segunda planta del inmueble se tiene el laboratorio de Software Development Lab, el cual también se encuentra repleto de grupos de estudiantes que trabajan en sus computadoras, mientras ven algunas fórmulas o problemas matemáticos en las pantallas que se tienen y se puede ntar sus rostros de concentración y, algunos otros, de preocupación. El laboratorio de diseño de prototipado cuenta con alguno que otro que escucha música mientras resuelve las problemáticas.

A pesar de que algunas de las aulas se encuentran sin población, los encargados ya están listos para recibir a aquellos que toman clase por las tardes, por lo que la tranquilidad de las coloridas instalaciones está por terminar.

Otro de los edificios que también se encuentra con trabajo es el de comunicación, donde la sala de multimedia es la más demandada, pues se escucha el trabajo de edición que tiene en proceso; las computadoras y las risas están a la orden del día.

Por los pasillos de este lugar es común observar objetos referentes a la licenciatura; además, de uno que otro aviso de ocasión sobre talleres o próximas actividades dentro del campus. Algunos aprovechan para descansar o jugar un poco en la sala que se tiene en la planta alta, mientras que los laboratorios de radio se preparan para el inicio del turno.

La hora de comida llega aproximadamente a las 14 horas, por lo que administrativos y estudiantes bajan de las aulas y oficinas para devorar algún platillo antes de continuar con sus labores, pues como ya se mencionó, el campus no descansa.

SE RELAJAN. En la explanada, las bancas son el lugar preferido de los jóvenes, quienes también aprovechan para trabajar en sus computadoras, charlar con sus amigos o simplemente comer antes de ir a las aulas.

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El Tecnológico cumple años

El Tecnológico de Monterrey está de fiesta al cumplir 75 años de fundado. En su día de aniversario, la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH) reconoció la labor del Tecnológico en materia de cultura laboral.

Esto, a través del Reconocimiento al Ejecutivo de Recursos Humanos 2018 el cual, en su categoría de hasta 50 mil colaboradores, fue otorgado a Hernán García González, vicepresidente de Talento y Cultura del Tec, durante el Congreso Internacional de Recursos Humanos que tiene lugar en la Ciudad de México. Esta institución tiene una matrícula a nivel nacional de 85 mil estudiantes.

De igual manera, la cadena internacional de café que fue fundada en Seatle en 1971, se unió a la celebración de los 75 años del Tec de Monterrey y creó el Frapuccino Tec, una bebida color azul con bombones blancos que representa los colores de la institución educativa. Cabe mencionar que esta cadena es la reina dentro de la institución educativa, por lo que decidió hacer algo especial para el aniversario.

En Jalisco

El tecnológico de Monterrey campus Guadalajara fue inaugurado en septiembre de 1991 y cuenta con alrededor de 40 hectáreas; además de una población estudiantil universitaria de aproximadamente 6 mil 500 estudiantes

Nacimiento del Tec

• El primer día de clases fue el lunes 6 de septiembre de 1943
• En lugar de los 100 alumnos que esperaban, llegaron 350
• La primera clase fue de matemáticas a cargo del ingeniero Remigio Valdés Gámez
• León Ávalos y Vez fue el primer director general del Tec

CIFRAS

El primer día

• 14 profesores de planta impartían las clases
• 2 bachilleratos albergaba el Tec
• 6 carreras profesionales se daban en 1943
• 3 carreras técnicas arrancaron en el Tecnológico

Hace 75 años

En la década de los años 40, Monterrey, con apenas 250 mil habitantes, despunta como potencia industrial en México, por lo que se volvió de vital importancia contar con talento para abastecer a las empresas.

Ante esto, don Eugenio Garza Sada, director de la Cervecería Cuauhtémoc, se reúne con empresarios, gerentes y directores industriales, y en julio de 1943 forman la Asociación Civil Enseñanza e Investigación Superior, A. C., la cual auspició el establecimiento del Tec.

Dos meses después, el Tec de Monterrey comienza sus actividades educativas en un inmueble rentado. Es la casa de la calle Abasolo.

Su inicio está marcado por características hasta entonces inusuales en la educación superior de México. Su calendario es de periodos semestrales y establece el concepto de profesores de planta, es decir que ocupan su tiempo completo en preparar e impartir las clases, además de dedicarse a la investigación o a la administración académica. Redacción

JJ/I