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HACE TIEMPO. La L�nea 2 del Tren Ligero fue inaugurada en 1994; cuenta con 10 estaciones. (Foto: Grisel Pajarito)
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Mientras la conclusión de la Línea 3 (L3) de Tren Ligero no tiene un plazo seguro y no hay recursos para la línea 4, por lo que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez anunció que se podría acudir a la deuda, los jaliscienses todavía debemos más de 832.9 millones de pesos por la construcción de la Línea 2 (L2), de cuatro créditos contratados hace 26 años, cuando el gobernador era el priísta Carlos Rivera Aceves.
En un seguimiento a esos créditos hecho por El Diario NTR Guadalajara en la última década, se han pagado mil 234 millones de pesos de esos créditos, de los que más de 66 por ciento corresponden al pago de intereses y apenas 33.5 por ciento de abono a capital. Y, por si fuera poco, se terminarán de pagar hasta dentro de 17 años.
La razón por la que no se ha liquidado la deuda ha sido la política que han seguido todos los gobernadores: renegociar los créditos para que sean sus sucesores quienes paguen.
La deuda que se tiene por la L2 está agrupada actualmente en tres créditos, según el paquete económico que envió el ex gobernador Aristóteles Sandoval Díaz al Congreso local, en el que se incluyó el informe sobre la situación actual de la deuda pública de Jalisco. Los bancos a los que se debe son Interacciones, Banorte y BBVA Bancomer.
La última renegociación relacionada con esta deuda se llevó a cabo apenas en junio del año pasado con BBVA Bancomer. Aristóteles Sandoval obtuvo el refinanciamiento de dos créditos que sumaron más de mil 312 millones de pesos, uno con Banorte y otro con Santander; este último corresponde a la L2 y el saldo en ese momento era de 280.3 millones de pesos.
Los otros dos créditos relacionados con el Tren Ligero son uno con Interacciones, cuyo saldo es de más de 414.5 millones de pesos, y un plazo de pago a octubre de 2027, y uno más con Banorte, que también fue renegociado recientemente, con un saldo de más de 137.9 millones de pesos, con un plazo de pago hasta diciembre de 2035.
EL ORIGEN DE LA DEUDA
La deuda para la construcción de la L2 fue contratada en 1992 y se hizo efectiva cuando iniciaron las obras, en enero. Este sistema de transporte, que incluye un túnel de 9.6 kilómetros y 10 estaciones subterráneas, desde Juárez hasta Tetlán, fue concluido dos años después.
Entre 1994 y 1995 se registró la crisis económica que elevó las tasas de interés, por lo que el ex gobernador panista Alberto Cárdenas Jiménez decidió trasladar varios créditos a unidades de inversión (UDI), manteniéndose en esas condiciones hasta más de 10 años después.
En 2007, cuando recién llegó al gobierno del estado, el también panista Emilio González Márquez volvió a trasladar los créditos a pesos. En ese momento había cuatro créditos relacionados con la L2, que sumaban 700 millones de pesos, uno con Scotiabank Inverlat, otro con Bancomer y dos con Santander-Serfín. El vencimiento para su pago era 2015.
En la renegociación, que implicó recontratar deuda por más de mil 359 millones de pesos con Scotiabank Inverlat, Interacciones y Santander, se incluyó también otro crédito que se había adquirido para el financiamiento de varias obras públicas. El nuevo plazo que se obtuvo para el pago fue octubre de 2027.
En la última década, durante los gobiernos de Emilio González y Aristóteles Sandoval se llevaron a cabo distintas negociaciones, casi siempre relacionadas con la tasa de interés, pero manteniendo el monto y el plazo de pago, por lo que no fue necesario solicitar la autorización del Congreso del Estado o, cuando se hacía la petición, simplemente se señalaba que se buscarían mejores condiciones para la deuda.
En diciembre de 2014 se llevó a cabo una renegociación que cambió el crédito que se tenía con Scotiabank (el crédito original de 2007 era de 185 millones de pesos) a Banorte, por el saldo insoluto a ese momento, por más de 153.6 millones de pesos, con un plazo de pago a diciembre de 2035. El saldo pendiente de pagar hasta diciembre de 2018 es de 137.9 millones de pesos.
JJ/I
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