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Foto: Especial
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Una delegación de obispos chilenos se reunió con el papa Francisco, un año después del controversial viaje a Chile en el que el pontífice defendió a un obispo local acusado de encubrir a un notorio predador sexual.
El comité permanente de cinco miembros de la Conferencia Episcopal de Chile solicitó la reunión para informar al papa Francisco de sus esfuerzos para responder a una crisis de abusos sexuales por parte del clero en el país sudamericano y trazar un plan a futuro.
“Es un proceso largo”, dijo el secretario general de la conferencia, el obispo Fernando Ramos, tras la reunión que incluyó un almuerzo y duró casi tres horas. “Todas las instituciones en Chile han perdido mucha credibilidad, la Iglesia incluida, no sólo por un problema cultural, sino también por nuestros propios errores, pecados y delitos que se han cometido adentro de la Iglesia”.
El viaje papal a Chile, en enero de 2018, alimentó una crisis de confianza en la Iglesia chilena y en la jerarquía del Vaticano dada la cantidad creciente de denuncias por abuso sexual y el encubrimiento que durante años se negó.
Luego de regresar a Ciudad del Vaticano, el papa Francisco comisionó una investigación, pero se espera que haya varias más. Dos miembros de la delegación, por ejemplo, son investigados por fiscales chilenos por su supuesta participación en el encubrimiento.
El obispo Ramos afirmó que las peticiones de renuncia expiraron luego de tres meses, pero un funcionario del Vaticano dijo que no existía tal expiración.
El obispo agregó que la reunión fue “cordial” e “interesante”.
Recientemente sacó al arzobispo retirado de Santiago, el cardenal Javier Errazuriz, de su gabinete cercano.
EG
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