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NO AYUDA. Ese crecimiento no compensa el da�o que supone la p�rdida de vegetaci�n en regiones tropicales. (Foto: Especial)
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Una nueva investigación de la NASA basada en fotografías tomadas por su espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS, por sus siglas en inglés) durante los últimos 20 años ha demostrado que hoy en día la Tierra es más verde que a finales del siglo XX.
Este documento indica que el crecimiento de la vegetación en nuestro planeta representa un incremento del superficie foliar equivalente al terreno que ocupa el bosque tropical amazónico.
Las principales fuentes de ese aumento son India y China, los países más poblados del mundo, debido a la agricultura intensiva que desarrollan ambos países y el programas de plantación de árboles que puso en marcha Pekín.
"China e India representan un tercio de este reverdecimiento" y, aunque "solo cubren de vegetación el 9 % de la superficie terrestre" este hecho resulta "un descubrimiento sorprendente", en función de "la degradación" en los países densamente poblados, asegura Chi Chen, integrante del Departamento de la Tierra y el Medio Ambiente de la Universidad de Boston (Massachusetts, Estados Unidos) y autor principal de este estudio.
El cambio climático puede provocar un "colapso incontrolable" comparable a la crisis financiera
"Ahora que sabemos que la influencia humana es el factor clave" para este fenómeno, "debemos tenerlo en cuenta" en nuestros modelos climáticos para "pronosticar mejor" el comportamiento de los diferentes sistemas de la Tierra, un cálculo que "permitirá a los países tomar mejores decisiones sobre cómo y cuándo actuar", destaca Rama Nemani, coautor del trabajo y miembro del Centro de Investigación AMES de la NASA.
Del crecimiento de la vegetación en China 42 por ciento proviene de los programas de la conservación y la expansión de los bosques y un 32 % de la agricultura, mientras que en India la mayor parte (el 82 %) es fruto de los cultivos alimentarios. En cualquier caso, ambos científicos destacan que este aumento no compensa el daño que supone la pérdida de vegetación en regiones tropicales como Brasil o Indonesia.
JJ/I
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