La precariedad cotidiana de la colonia 5 de Mayo

2019-03-01 23:14:19

Subdesarrollo. La colonia 5 de Mayo presenta problemas de inseguridad, prestaci�n de servicios p�blicos y tenencia de la tierra. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)

Con la creación de la Zona Industrial de Guadalajara, ocurrida en 1957, comenzó la expansión territorial hacia el sur de la ciudad, misma que hasta la fecha no se ha detenido. El surgimiento de nuevos asentamientos humanos, la mayoría de ellos irregulares, derivaron en un entorno de localidades precarizadas. En este contexto, nació la colonia 5 de Mayo.

Enmarcada entre las populares colonias Echeverría y Miravalle, la 5 de Mayo abarca una pequeña área, pero con significativos problemas de inseguridad, prestación de servicios públicos y tenencia de la tierra.

Ejemplo de esto último es el hecho de que, pesar de la urbanización circundante, hasta 2017 todavía se registraban solicitudes de regularización de predios para vivienda.

Inseguridad, el azote

La colonia 5 de Mayo tiene entornos contrastantes. Si bien en el centro de la avenida Patria, una de sus vialidades principales, se encuentra un andador arbolado y con espacios para uso recreativo, en el paisaje de muchas de las calles adyacentes lo que priva es la tierra y terrenos baldíos, cuyo uso más común es el de depósito de chatarra y autos abandonados.

Es principalmente en estos sitios donde se reporta que suceden un sinnúmero de delitos.

"Se junta una bolita aquí en el canal, otra en la esquina. A cada rato aquí roban y se drogan; ya no puede salir uno”, menciona una ama de casa a quien acompaña su hija menor al caminar por las calles de la colonia.

La mujer se refiere al canal de aguas negras Luis Covarrubias, mismo que va desde la avenida Gobernador Curiel, en la colonia Miravalle, hasta encontrarse con la avenida Patria ya a la altura de la colonia Polanco.

Durante todo ese trayecto los malos olores son perceptibles. A pesar de sus inherentes afectaciones  a la calidad de vida, los vecinos parecen haberse acostumbrado a eso y las exigencias vuelven al mismo tema: la mejora en la seguridad es el reclamo generalizado.

Los habitantes han tenido que recurrir a medidas poco ortodoxas para proteger su patrimonio.

“Esa camioneta blanca es la nuestra",  señala Arturo (nombre ficticio), un comerciante de la zona. "En la batería y en el cofre tiene candados, por abajo le puse una reja, tiene alarma, tiene tapones para que no se roben las llantas. Es un despapaye aquí. Ya nos han robado todo, por eso mejor le invertimos en cuidarla así, porque es un gasto andar compre y compre”, lamenta con cierto tono de resignación.

También narra la indiferencia mostrada por los policías municipales a los que ha reportado diversos hechos. Desde los robos hasta la existencia de una tiendita de droga que operó por meses y cuyo funcionamiento nadie se molestó en ocultar.

“Aquí hay una patrulla día y noche. Vas y les dices y te dicen ‘ay, sí, ahorita mando el reporte’. Ahí enfrente tienen perros de pelea y pues para los niños es peligroso y dicen ‘híjole, es que nosotros somos preventivos y no podemos hacer nada’. Es una porquería de inseguridad aquí, donde quiera es pura impunidad”, añade molesto.

Para Lorena (nombre ficticio), quien vende churritos, raspados y dulces a un costado del canal, la ausencia de la autoridad municipal también se deja ver en los servicios públicos de mala calidad, ya que son varios días a la semana cuando falta la luz pública, algo que facilita la comisión de delitos y afecta a la economía de su familia, pues tienen que retirar su puesto de forma más temprana de lo habitual, por temor a ser víctimas.

“Esa basura que ves ahí tenía mucho”, dice apuntando hacia unos trabajadores del Ayuntamiento de Guadalajara que esta semana levantaban hojas y basura variada del parque lineal que se encuentra junto al canal.

“Nunca vienen”, remata.

Ausencia. Los autos, muchos de éstos abandonados en la vía pública, suelen ser objeto de un sinnúmero de delitos.

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Más ejemplos: tan sólo el pasado jueves 28 de febrero se registró una persecución policiaca por las calles de la colonia por el robo de tres automóviles; mientras que el pasado 18 de diciembre, en los cruces de la avenida Patria y la calle 24 de enero, se localizaron seis bolsas con restos humanos, lo que provocó una gran movilización por parte de las autoridades municipales y el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses.

Aunque altas, las cifras oficiales no se empatan con lo narrado por los vecinos y la percepción de seguridad que mantienen. Los datos de la Fiscalía General del Estado reportan que tan solo durante el primer mes del año se abrieron 17 carpetas de investigación por delitos cometidos en la colonia 5 de Mayo.

De éstos, el principal crimen registrado fue el robo a vehículos particulares, con cuatro casos; le siguen en la lista el robo a negocio, robo a casa habitación, “robos varios” y fraude, con dos casos cada uno; de igual forma se contabilizó un caso de violencia intrafamiliar, uno de amenazas, uno de lesiones dolosas, una suplantación de identidad y se abrió una indagatoria por golpes simples.

Zona de inundaciones

El canal Luis Covarrubias luce seco en primavera, pero en verano, con las lluvias, funciona como vaso regulador para inundaciones, aunque con poco éxito en muchas ocasiones.

La urbanización del Cerro del Cuatro y zonas aledañas, tiene como consecuencia que las colonias del sur de la ciudad sufran de anegaciones que se agravan año con año.

El Atlas de Riesgos de Protección Civil de Guadalajara, señala como zona de riesgo de inundaciones de hasta 100 centímetros prácticamente a toda la colonia, desde la avenida Pedro García Conde, frontera norte de la 5 de Mayo, hasta la avenida Jesús Reyes Heroles, ya en la colonia Miravalle.



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