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(Foto: Especial)
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La presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, María Fernanda Espinosa, aseguró que comparte las posturas de México sobre Venezuela y en materia de drogas, y destacó que el planteamiento de impulsar el desarrollo de los países centroamericanos para atender el fenómeno migratorio debe ser ejemplo para otras regiones del mundo.
Afirmó que cualquier solución para el caso de Venezuela debe realizarse de manera pacífica, bajo el principio de la no intervención armada, el diálogo y la negociación entre los propios venezolanos para encontrar una salida al conflicto político.
En conferencia de prensa, declaró que comparte la visión de México en el sentido de que la solución en Venezuela debe darse conforme al Derecho Internacional y a la Carta Constitutiva de este organismo internacional.
No se puede dejar de reconocer, dijo, que el pueblo de Venezuela está sufriendo y se tiene que buscar una solución para salir de sus conflictos internos, y para ello hay varias iniciativas que están en marcha.
Mencionó entre ellas el llamado Grupo de Contacto compuesto por los países de la Unión Europea, y algunos latinoamericanos, así como el mecanismo de Montevideo impulsado por México y Uruguay.
La posición de la ONU es que las partes involucradas en Venezuela avancen en un proceso de diálogo y negociación como único camino viable, siempre con la disposición de ofrecer sus buenos oficios cuando se dé un proceso serio de negociación, anotó.
Acompañada por la subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la SRE, Martha Delgado, agregó que en materia de drogas también comparten la posición de México de que esta problemática debe abordarse de manera integral, con enfoque preventivo, salud pública y la no criminalización de los consumidores.
Saludó la postura de México en política migratoria, pues la posición del presidente Andrés Manuel López Obrador de promover un plan integral de desarrollo para los países centroamericanos debe ser ejemplo para otras regiones del mundo.
El plan, abundó, tiene el propósito de atacar a las causas estructurales de la migración, como es la pobreza y la desigualdad, así como enfocarse en la cooperación e intercambio entre países.
Recordó lo que dice el Derecho Internacional sobre garantizar la dignidad y los derechos humanos de las personas en movilidad, y eso es lo que está promoviendo México.
EH
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