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(Foto: AP)
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El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, ha iniciado medidas para poner fin a un acuerdo que permite a los peloteros cubanos firmar contratos directamente con organizaciones de Grandes Ligas, un cambio que parece restablecer el requisito de que los deportistas corten los nexos con su programa nacional antes de llegar a las ligas mayores.
El Departamento del Tesoro envió el viernes una carta a los abogados de Grandes Ligas para notificarles que se revertía la regla fijada durante el gobierno del ex presidente Barack Obama, la cual permitía que las mayores pagaran a la Federación Cubana de Beisbol una tarifa de liberación, equivalente a 25 por ciento de la bonificación que obtuviera cada pelotero cubano por la firma de su contrato. La decisión dada a conocer el lunes hace que el acuerdo entre Grandes Ligas y Cuba aparentemente sea imposible de llevar a la práctica al eliminar el mecanismo de pago, similar a uno que la MLB tiene con las ligas de China, Corea del Sur y Japón.
“Estados Unidos no apoya acciones que institucionalizarían un sistema mediante el cual una entidad del gobierno cubano cobra los salarios de deportistas que trabajan duro y que simplemente buscan vivir y competir en una sociedad libre”, declaró el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Garrett Marquis. “El gobierno espera trabajar con Grandes Ligas a fin de hallar la manera en que los jugadores cubanos tengan la libertad individual de beneficiarse de su talento, y no como propiedad del Estado cubano”.
Grandes Ligas y Cuba entablaron intensas negociaciones sobre un acuerdo de transferencia de jugadores a través de un esfuerzo de dos años del gobierno de Obama para normalizar las relaciones con Cuba, pero el convenio se concretó luego que Donald Trump asumió el compromiso de revertir la política de Obama. Detractores a la normalización dentro y fuera del gobierno abogaron por su cancelación tan pronto como fue anunciado y al parecer ahora lo han logrado.
La ley de Estados Unidos prohíbe virtualmente todos los pagos al gobierno cubano bajo el embargo de 60 años a la isla, pero Grandes Ligas argumentó que la Federación Cubana de Beisbol, que supervisa todos los aspectos del deporte en la isla, no era formalmente parte del Estado cubano.
Los detractores calificaron de ridículo ese argumento dado el estricto control que el gobierno altamente regulado mantiene sobre prácticamente todos los aspectos de la vida en Cuba.
La carta de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) obtenida por The Associated Press concuerda, al decir que “a la luz de los hechos que recientemente atrajeron nuestra atención, y luego de consultar con el Departamento de Estado de Estados Unidos, OFAC determinó que los pagos de Grandes Ligas a la Federación Cubana de Beisbol no están autorizados”.
“Mantenemos el objetivo del acuerdo, el cual es terminar con el tráfico humano de jugadores de beisbol de Cuba”, aseveró por su parte MLB en un comunicado.
Sin un camino formal de Cuba a Grandes Ligas, cientos de los mejores jugadores han dejado la isla para siempre, muchos de ellos haciendo terribles cruces en balsas y botes desvencijados en los años anteriores a que Cuba erradicara un requisito de permiso de salida para la mayoría de sus ciudadanos.
Si bien dichos escapes peligrosos fueron eliminados en su mayoría con más libertades de viaje, los jugadores aún necesitaban cortar lazos con el beisbol cubano y a menudo con sus familias y lugares de origen, pasando años sin regresar luego de firmar con equipos de Grandes Ligas.
“El Acuerdo con #MLB busca frenar el tráfico de seres humanos, fomentar la cooperación y elevar el nivel del beisbol”, indicó la Federación Cubana de Beisbol en Twitter. “Los ataques con motivación política contra el Acuerdo logrado perjudican a los atletas, sus familiares y a la afición”.
La semana pasada la Federación Cubana dio a conocer su primer grupo de peloteros disponibles para firmar contratos directamente con organizaciones de Grandes Ligas, y algunos esperaban jugar en Estados Unidos este año.
Los 34 beisbolistas tienen entre 17 y 25 años, y son catalogados como amateurs internacionales bajo las reglas de MLB y elegibles para firmar contratos de ligas menores. La lista aparentemente no cuenta con posibles estrellas, pero entre los jugadores destacan Raidel Martínez Pérez, de 22 años, y Liván Moinelo Pita, de 23, quien jugaron profesionalmente en Japón; el jugador de cuadro de 17 años Loidel Chapellí Zulueta; y el lanzador de 18 años Norge Carlos Vera Aldana.
La Federación Cubana también accedió a liberar a todos los peloteros de 25 años o más que cuenten con al menos seis años de experiencia profesional para ser clasificados como profesionales internacionales bajo el contrato de trabajo de Grandes Ligas con la Asociación de Jugadores y no están sujetos a bonificaciones por firmar como amateurs internacionales.
EH
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