Quinto Patio

Unos meses antes de que terminara el gobierno de Aristóteles Sandoval, la empresa que realiza el mantenimiento en los estacionamientos que se encuentran debajo de las plazas Liberación y Tapatía, así como de la explanada del Instituto Cultural Cabañas, notó que el concreto se desmoronaba fácilmente y que las vigas que quedaban expuestas, con sólo tocarlas, perdían algunos pedazos. Se pidió un peritaje y los resultados fueron alarmantes, así que se entregaron a la entonces Subsecretaría de Administración, peeeeeeero nada pasó. Cuando en agosto del año pasado se revisaban las plazas para saber dónde se podía celebrar la ceremonia del Grito de Independencia, por si no estaba lista la Plaza de Armas, el tema resurgió.

El ex subsecretario de Administración Mauricio Gudiño y el ex secretario de Infraestructura y Obra Pública Netzahualcóyotl Ornelas hicieron un recorrido acompañados del encargado del mantenimiento de los estacionamientos y el ingeniero que hizo el peritaje. Les demostraron que sin mayor esfuerzo podían desprender pedazos de viga o concreto. Se acordó informar como prioridad al siguiente gobierno. Pero el silencio que ha habido en torno al tema muestra que nada ha pasado desde entonces. Los estacionamientos son apuntalados de manera frecuente, pero los expertos explican que eso sólo sirve para que aguanten el peso, aunque no ante movimientos, como un concierto masivo o un sismo.

¿Pueden caerse? La respuesta es que no es seguro. Lo que sí saben es que el riesgo de colapso está ahí y no habría avisos previos. ¡Aguas!

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Aunque faltan unas semanitas para que inicie formalmente el temporal, las lluvias de estos días empezaron a generar estragos en la ciudad. Para no variar, árboles caídos y congestionamientos viales. La semana pasada el Comité de Adquisiciones del gobierno de Guadalajara aprobó gastar la módica cantidad de 10 millones de pesos para la poda de árboles. Ahí modestamente, no es que sus muchachos de Parques y Jardines no hagan su trabajo, es para combatir rezagos anteriores y darle celeridad al asunto previo a que arrecie el temporal, justificó el alcalde Ismael del Toro. Atentos a los resultados.

Donde se puso del nab…, perdón, como película de terror, fue en el municipio de San Gabriel. Toneladas de lodo negro, desplazándose por calles, cubriéndolas. Descendió del cerro cual animal arrastrándose. La intensa tormenta provocó el desbordamiento del río, convirtió calles en afluentes, dañó viviendas, arrastró vehículos, ramas y basura. El que se puso las pilas fue el delegado federal Carlos Lomelí, quien dijo que trabajaban en coordinación con otras dependencias federales y el alcalde Bonifacio Villalvazo. Hacia allá se dirigieron bomberos de la región. Un pueblo tan agradable, rulfiano, acabó inundado.

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El ex rector general de la Universidad de Guadalajara Víctor Manuel González Romero escribió ayer en redes sociales que el ingreso a la UdeG para agosto de 2019 fue de 57 mil aspirantes para 19 mil lugares disponibles, por lo que 38 mil no lograrán ingresar. Y el ex secretario General de Gobierno criticó: “Es un crimen que tantos jóvenes no tengan oportunidad de estudiar”. ¡Vengan interpretaciones políticas sesudas a lo cuestionado por González Romero!

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Esta vecindad aclara que no es “abusadora” de Estados Unidos (Trump dixit) y que sólo exporta uno que otro inquilino a puntos fronterizos como Tijuana y Paso del Norte, ahora Ciudad Juárez. “Paso del Norteeee, que lejos te vas quedando; tus divisioneeeeees, de mí se están alejando…”. (Cántese cual émulos de Toño Aguilar o Los Alegres de Terán).

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JJ/I