Presumen aguacate a pesar de impacto

Como un cultivo dinámico que abrió la posibilidad de extender la superficie sembrada en el estado, calificó el entonces gobernador Aristóteles Sandoval al aguacate en su libro Jalisco, gigante agroalimentario, donde presumió un crecimiento de 378 por ciento en la producción de este fruto entre 2010 a 2016.

Sin embargo, este medio publicó que 95 por ciento del cambio de uso de suelo para uso agrícola se realizó de forma ilegal y 45 por ciento fue sobre superficie boscosa.

El mandatario dedicó un apartado a este fruto y señaló que la producción que en 2010 era de 29 mil toneladas, pasó a 87 mil en 2013 y a 143 mil en 2016, cuyo valor para el estado pasó de los 370 millones de pesos en la fecha inicial a mil 925 millones de pesos en 2016; pero Sandoval Díaz nunca explicó cómo se obtuvo este auge si desde hace ocho años hay una veda para cambios de uso de suelo forestal a agrícola con fines de siembra de aguacate.

“Jalisco es el segundo productor a nivel nacional, el crecimiento es indudable, la producción se ha incrementado 378 por ciento respecto a 2010 (...) con un rendimiento promedio de 10.84 toneladas por hectárea, superando el rendimiento promedio nacional que es de 10.47 toneladas por hectárea, esto es gracias a la visión de los productores, pero también a los técnicos que aportan la innovación”, señala dicha publicación.

“Las organizaciones de productores y las empresas aguacateras recurren a la acreditación de organismos privados para hacer valor ante sus compradores que cuentan con buenas prácticas agrícolas en el manejo de plantaciones de esta fruta, que cada vez más se consolida como uno de los cultivos más dinámicos del campo jalisciense en los años recientes”, abunda sin mencionar cuántas empresas han logrado certificarse.

Este medio publicó que entre 2005 y 2018, solamente se otorgaron 10 autorizaciones de cambio de uso de suelo forestal por una superficie de 660 hectáreas para el fruto, de modo que 11 mil 724 hectáreas se establecieron de facto sin autorizaciones, pero el ex gobernador pasó por alto este impacto sobre los bosques del estado e insistió en que el repunte del fruto generó 10 mil empleos fijos y 20 mil indirectos.

La mayoría de estos cultivos se han establecido en la Región Sur del estado debido a que cuenta con el clima y suelo propicio para las huertas aguacateras; sin embargo, han causado deforestación, erosión y demanda de altos volúmenes de agua que han llegado a dejar sin el recurso a habitantes de San Gabriel, mismos que la semana pasada padecieron una avalancha de lodo y troncos por el arrastre de suelo cerro arriba, donde hay tala y degradación por incendios relacionados a este giro comercial.

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