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ESCASEZ. Las ciudades no resilientes pueden enfrentarse a la falta de agua. (Foto: Alfonso Hern�ndez)
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Aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el Panel Internacional de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) tienen tres décadas alertando sobre la necesidad de que las ciudades se vuelvan resilientes para enfrentar los estragos del calentamiento global antropogénico, el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) sigue sin cumplir esta ruta, cuyo objetivo es fortalecerse para evitar, por ejemplo, inundaciones y olas de calor que, de acuerdo con dichas organizaciones, cada vez serán más extremas.
Según el IPCC, la población marginada es la más expuesta a los estragos del cambio climático debido a la degradación del ambiente en donde se desarrolla y su escasa posibilidad para atenderse; sin embargo, también alcanza al resto de estratos debido a que se prevé un cambio drástico en el régimen de lluvias para volverse más intenso, lo que incrementa la posibilidad de deslaves e inundaciones que pongan en riesgo la vida de las personas.
Si bien entre las propuestas para minimizar este riesgo se encuentran la disminución de la pobreza, la recuperación de cauces nativos intraurbanos, ampliar zonas de absorción de agua pluvial, mantener la funcionalidad de los humedales y desarrollos urbanos mixtos, entre otros, en el AMG persisten las invasiones a los cauces tanto de forma legal como ilegal, pues sólo en Zapopan existen arroyos con 2 mil 500 construcciones dentro de zona federal, de acuerdo con la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos Zapopan (CMPCYBZ).
“Muchas ciudades se enfrentan ante múltiples desafíos, como la urbanización acelerada, el crecimiento de los asentamientos informales, considerables niveles de pobreza, una infraestructura inadecuada y la degradación ambiental. Esos y otros motivos de preocupación (el déficit de desarrollo) reducen la capacidad de las ciudades de crecer y prosperar”, señala la Guía para la adaptación al cambio climático en ciudades.
“Las ciudades que puedan integrar adecuadamente la adaptación, con un amplio espectro de procesos y metas de planificación existentes, incluidas prioridades en materia de reducción de riesgos de desastres, desarrollo sostenible y reducción de la pobreza, serán las que estén en mejores condiciones para prosperar en esta nueva era de cambio climático”, añade el documento en el que participa la ONU.
Entre los efectos que se encuentran especificados como de alta probabilidad en las ciudades están un crecimiento exacerbado de la contaminación atmosférica, islas de calor, deslaves, aumento del nivel del mar en la costa, escasez de agua potable, entre otros, que pueden reducirse con medidas aplicadas de mitigación y adaptación.
Si bien el estado cuenta con un Plan Estatal de Acción ante el Cambio Climático y a su vez los Municipios tienen el propio, la mayoría de sus estrategias se centra en documentos escritos de desarrollo territorial y diagnósticos, que de forma lenta se llevan a la práctica.
“Las ciudades que puedan integrar adecuadamente la adaptación, con un amplio espectro de procesos y metas de planificación existentes (…) serán las que estén en mejores condiciones para prosperar en esta nueva era de cambio climático”
Extracto de la Guía para la adaptación al cambio climático en ciudades
¿Qué enfrentan las ciudades?
- Urbanización acelerada
- Crecimiento de los asentamientos informales
- Considerables niveles de pobreza
- Infraestructura inadecuada
- Degradación ambiental
JJ/I
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