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(Foto: @CEPAD_AC)
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Organizaciones defensoras de derechos humanos evidenciaron irregularidades en el caso de Susana Silvestre, cuyo cuerpo estuvo a punto de ser enterrado como persona sin identificar.
Su cuerpo fue encontrado sin vida el 10 de octubre de 2020 y recogido el mismo día por personal del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF). Aunque su familia acudió en repetidas ocasiones a reclamarlo, les decían que no se encontraba ahí.
El 4 de febrero de 2021, gracias a la labor del colectivo Por Amor a Ellxs se supo que un cuerpo que coincidía con las características de Susana y con las prendas que portaba, estaba catalogado como Persona Fallecida Sin Identificar (PFSI) y sería inhumada.
El Centro de Justicia para la Paz y el Desarrollo (CEPAD), compartió el comunicado firmado en su mayoría por colectivos defensores de los derechos de personas de la población LGBT+.
“Nos resulta alarmante que a pesar de que la familia de Susana acudió oportunamente a la institución y de haber aportado información suficiente para su identificación, reconocimiento y su recuperación, nuestra compañera Susana estuvo a punto de ser inhumada como persona fallecida sin identificar”.
En ese sentido, exigieron a las autoridades que se retome este caso como ejemplo para el mejoramiento de los procesos de búsqueda e identificación de personas del IJCF, y que la Fiscalía del Estado realice exhaustivamente todos los actos de investigación correspondientes antes de inhumar PFSI.
Además, exigieron que se investigue la muerte de Susana con perspectiva de género y con un enfoque diferenciado para, en caso de acreditar la comisión de un delito, se localice a las personas responsables para que sean juzgadas y sentenciadas.
JB
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