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La Comisión Interinstitucional de Reactivación Económica recomendó en mayo del año pasado al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, solicitar un crédito de 6 mil 200 millones de pesos (mdp) para hacerle frente a la crisis económica de 2020. El objetivo inicial de la megadeuda fue ayudar a crear empleos directos en obra pública e indirectos en los sectores que interactúan con el de la construcción, pero se quedó corto.
El 27 de mayo de 2020, cuando se presentaron los detalles del crédito adquirido, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Jalisco y el gobierno estatal estimaron la creación de 10 mil empleos directos gracias al endeudamiento; sin embargo, la suma multimillonaria sólo alcanzó para evitar una caída en el rubro de la obra.
Para julio de 2020, tiempo en el que el gobierno de Jalisco ya tuvo a disposición el dinero del crédito y cuando también fue el mes con la peor caída de empleos, en el sector de la obra pública había 66 mil 378 trabajadores formales, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
En agosto de 2021, mes en el que se licitaron los últimos contratos con dinero del megacrédito, sólo se contabilizaron 66 mil 595, por lo que sólo hubo un crecimiento de 217 plazas entre ambos periodos, es decir, sólo se logró 2.17 por ciento de lo estimado.
Si se consideran las cifras de los meses entre ambos periodos, tampoco se llegó al escenario calculado. Después de julio de 2020 hubo aumentos en el número total de plazas por obra pública, pero éstos fueron mínimos –nunca se rebasaron los 67 mil empleos–, además, entre diciembre de 2020 y marzo de este año hubo una caída laboral en el sector y hasta abril se dio una recuperación, pero desde entonces no se han rebasado los 66 mil 700 empleos totales.
Si se hubiera conseguido sumar los 10 mil empleos que se calcularon, el sector de la obra pública se hubiera ubicado en una mejor posición que febrero de 2020, último mes antes de la pandemia de Covid-19 y periodo en el que se reportaron 74 mil 503 formales.
“SE ESPERABA MÁS”
El coordinador del Comité de Seguimiento de la Deuda de 6 mil 200 mdp, Augusto Chacón Benavides, confirmó que el crédito no cumplió las expectativas.
“Se esperaba más, se esperaba que hubiera más empleo, por supuesto, pero viendo los datos y el desempeño de la economía, que recordemos desde 2019 la economía del país ya no venía sana, por supuesto esperábamos más, que el crédito rindiera más, pero por lo pronto, (con) estas circunstancias, consideramos que el crédito apuntaló para que la caída, al menos en la obra pública, no fuera tan alta”, comentó.
A decir de Chacón Benavides, uno de los factores que propiciaron que el crédito no rindiera como se esperaba fue la lentitud con la que se dispuso del dinero, pues los contratos terminaron por licitarse hasta más de un año después, cuando se pensaba que a finales de 2020 ya estaría todo el recurso comprometido.
PESE A DEUDA, MENOS INVERSIÓN
Otro de los factores que Chacón Benavides considera que influyó en que no se alcanzara el panorama estimado es la reducción en la inversión en obra pública estatal pese al megacrédito.
Según datos presentados por el también coordinador del Observatorio Ciudadano Jalisco Cómo Vamos, el estado cerró 2020 con 10 mil mdp en inversión pública, mientras que 2019 lo terminó con 13 mil mdp. En este último también se pidió un megacrédito de 5 mil 250 mdp y se alcanzaron más de 79 mil empleos formales.
“Lo que vino a hacer el crédito fue contribuir a que la caída en empleo por obra pública no fuera más drástica. Consideramos que buena parte de la obra, por el crédito, todavía se está ejecutando (…) el crédito ayudó a que la inversión del estado fuera suficiente para mantener el empleo en obra pública, al menos que no cayera como cayó en otras partes en términos de la obra pública”.
El crédito tampoco evitó que el número de patrones registrados ante el IMSS en el sector de la obra pública disminuyera. Los datos abiertos indican que de julio de 2020 a agosto de 2021 el estado pasó de 10 mil 694 a 10 mil 465, es decir, 229 menos.
Es difícil medir el impacto general
Uno de los argumentos en los que se basó la solicitud del megacrédito de 6 mil 200 mdp fue que dejaría una gran derrama económica y generación de empleos de manera general, ya que el sector de la construcción interactúa con muchos más que, indirectamente, se reactivarían.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Jalisco dio a conocer en 2020 que la construcción tiene una interacción directa o indirecta con 176 ramas de las 262 que conforman la actividad económica del estado, por lo que planteó calcular la proyección estimada de derrama con una multiplicación de las inversiones realizadas por 6.3 veces; sin embargo, el coordinador del Comité de Seguimiento de la Deuda de 6 mil 200 mdp, Augusto Chacón Benavides, aceptó que esto es muy complejo de medir.
“La otra derrama, es decir, una vez que tú le pagas a los trabajadores y que compras materiales y que compras combustible, que es esa derrama que llega a la parte más baja de la pirámide, es muy compleja de medir. Habría que conocer el movimiento económico región por región, porque también el crédito se ha distribuido en todos los municipios”, aclaró.
Para conocer el impacto desde la industria se solicitó entrevista con el presidente de la CMIC, Carlos del Río Madrigal, pero hasta el cierre de edición no se tuvo respuesta alguna. Lauro Rodríguez
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