Hay un destinatario cuando se mandan mensajes a través de la palabra escrita y se le puede denominar, sencillamente destinatario, pero, tratándose de la comunicación escrita, Umberto Eco propone que se le denomine lector.
Las posibilidades de reproducción de las ideas a través de los textos se multiplican geométricamente en la medida en que cada lector, al mismo tiempo, se convierte en un importante transmisor de las ideas leídas y, en muchos casos, de sus propias ideas acerca de los temas que está leyendo. Este circuito puede generar comunidades que se asocian intelectualmente en el seguimiento de temas comunes y, reproducen y desarrollan situaciones que son de su interés, ampliando y concretizando lo que se denomina comunicación.
La expresión de los intereses y las ideas acerca de ellos generan intercambios importantes de ideas, en la que las personas deciden tener, con esa participación, una intervención sobre los temas que los asocian en una comunidad de interés.
En este tono de ideas, una actividad como la Feria Internacional del Libro (FIL) representa una oportunidad trascendental para lograr el reforzamiento de comunidades, las lectoras, en primera instancia y, posteriormente, por los efectos de la lectura, la multiplicación de ámbitos de interés entre los diferentes lectores y no lectores que se relacionarán a partir de los temas de interés que los asocian.
La gran variedad temática de la FIL ofrece una inmejorable oportunidad de encontrar las novedades sobre diferentes contenidos, pero no solamente las novedades, sino que en la búsqueda de temas se puede encontrar un relevante y amplio repositorio cultural e intelectual, al que cualquier persona puede acceder. Ciertamente, los precios de los libros deberían formar parte de las políticas que logren reducir los precios al consumidor final, es decir, el lector. Como se señaló, la oferta está disponible, pero hay que agregar otros elementos a la ecuación y ésta es la relación del lector con el precio de los libros.
Las cargas impositivas a la producción editorial, así como su multiplicación en la distribución y, finalmente, en el caso de las importaciones, las altas cotizaciones arancelarias que generan al final de la cadena de producción un costo considerable que absorbe el lector. Es decir, una parte muy desmedida del precio del libro la constituyen los impuestos.
Un trabajo organizado entre las autoridades federales, industrias editoriales, empresas comercializadoras y autoridades federales promotoras de la cultura, en un trabajo serio, profundo y proyectivo, podrían despejar las barreras de costo que los lectores tienen que enfrentar.
El ejercicio del análisis, de la proposición y de crítica, resulta fundamental en este circuito de intercambio de ideas que anualmente ofrece la FIL. Estos desarrollos de comunidades de interés y de saber constituyen elementos fundamentales para el fortalecimiento de la integración y participación social. Así pues, este evento constituye una reafirmación de las comunidades lectoras en su dimensión ciudadana que trasciende un ámbito exclusivamente regional, sino que se extiende en niveles extensos con la gran variedad literaria y de análisis que se ofrece.
Este tipo de eventos representan un patrimonio intangible para el desarrollo del pensamiento que genera opiniones con mejores fundamentos y, con una actualización temática que permite un intercambio simbólico de intereses fundamentales en el desarrollo de nuestra sociedad.
La FIL constituye un momento de gran trascendencia en la que quedan lejanas las preocupaciones de la administración burocrática porque, lo que se genera con ese evento, es el fortalecimiento de una opinión pública robusta, actualizada y dispuesta al debate, que es lo que se requiere en una sociedad democrática con libertad de expresión y con altos intereses de desarrollo social.
El próximo año, con la participación de la Unión Europea como región invitada, será importante ver la consolidación de la comunidad en una comunidad internacional integrada por el diálogo, el debate y el vehículo sustancial para esto, que será, el libro.
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