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(Foto: Cuartoscuro)
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Tras la recepción de una denuncia de activistas michoacanos en la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA) contra el modelo expansivo y deforestador del aguacate en Michoacán, el investigador de la Universidad Michoacana en San Nicolás de Hidalgo, Alberto Gómez Tagle, señaló que “la información existente, indica que Jalisco tiene elevadísimas tasas de deforestación por cultivo de aguacate, incluso más elevadas que el estado de Michoacán”.
Consideró que en Jalisco también se trata de ocultar el saldo negativo de la producción aguacatera. “En 2018 estuve trabajando en Colombia y la perspectiva era muy similar. La gente estaba muy contenta de poder producir y exportar aguacate, aunque en el caso de Colombia, el aguacate es ‘menos peor’ que la planta de coca que producían a punta de pistola tanto los narcos, como los paramilitares”.
La propaganda en torno al aguacate mexicano suele ignorar su fuerte carga ambiental. Al expediente de la deforestación, que podría impactar una cuarta parte de la superficie de las huertas existente, se debe agregar dos aspectos más: la enorme presión sobre el agua, y el uso de métodos artificiales para erradicar de los espacios del monocultivo la flora y fauna silvestre.
Debieron pasar más de 25 años del primer embarque de aguacates michoacanos hacia Estados Unidos para que el asunto se hiciera del conocimiento de las instancias ambientales del tratado de libre comercio, hoy TMEC. En febrero, la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte tiene en sus manos una denuncia para analizar si el gobierno de México violó sus propias leyes ambientales al permitir la expansión de las plantaciones de Persea americana sobre los bosques del estado occidental.
El 3 de febrero, la CCA emitió un comunicado del tema: “El Peticionario afirma que México está incurriendo en omisiones en la aplicación efectiva de sus leyes ambientales para proteger los ecosistemas forestales y la calidad del agua frente a los efectos adversos en el medio ambiente derivados de la producción de aguacate en Michoacán, México […] en la petición SEM-23-002 (Producción de aguacate en Michoacán), el peticionario asevera que México está omitiendo la protección de recursos forestales e hídricos en Michoacán ante el impacto ambiental y la deforestación causados por la ininterrumpida expansión de las plantaciones de dicho fruto. En específico, el peticionario sostiene que México no ha respetado disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y varias leyes federales centradas en la evaluación del impacto ambiental, la conservación forestal, el desarrollo sustentable, la calidad del agua, el cambio climático y la protección del medio ambiente” (ver http://www.cec.org/es/medios/comunicados-de-prensa/recibe-la-cca-peticion-sobre-produccion-de-aguacate-en-michoacan/).
Los detalles de la denuncia
El Peticionario (sic) contra el modelo michoacano de expansión aguacatera expone que “los bosques cumplen una función vital al proporcionar hábitat a flora y fauna silvestres; sustentar la biodiversidad; contribuir a mitigar el cambio climático; preservar el suelo; filtrar el agua, y recargar los acuíferos, entre otras contribuciones. Asimismo, pone de relieve el notorio crecimiento de la industria aguacatera en Michoacán en las últimas décadas, habiéndose convertido la entidad en la principal exportadora de aguacate en el mundo, con la mayor parte de su producción destinada a Estados Unidos. Si bien el Peticionario reconoce que no todos los productores de aguacate provocan el mismo tipo de impacto ambiental —ni tampoco en el mismo grado—, hace referencia a investigaciones en las que se demuestran los graves efectos ambientales derivados de un alto porcentaje de las plantaciones aguacateras en Michoacán, así como el acelerado ritmo de deforestación asociado (uno de los más elevados de México y toda Latinoamérica)”.
Se citan varios instrumentos legales que se estarían violando: la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable (LGDFS), la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), la Ley de Aguas Nacionales (LAN), la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS), la Ley General de Vida Silvestre (LGVS) y la Ley General de Cambio Climático (LGCC).
El aguacate de Michoacán se expandió a Jalisco. Las primeras huertas de ese proceso se abrieron cinco años después de que comenzaron los embarques desde la meseta Purépecha, de los aguacateros organizados en alianza con CALAVO (California Avocados), una cooperativa del país del norte que controla la importación y la distribución de la fruta mexicana. Es, pues, parte del mismo fenómeno económico, y los capitales michoacanos abundan entre las huertas de las regiones de Zapotlán el Grande, Mazamitla o San Gabriel. El asunto ha terminado de consolidarse con la integración de Jalisco como exportador al mercado estadounidense, a mediados de 2022.
EH
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