En memoria de don Pablo González Casanova
Esta semana, a través de sus redes sociales, la Asociación 22 de Abril en Guadalajara hizo un comunicado dirigido a los medios de comunicación para reiterar la denuncia sobre la desatención y el desprecio que han sufrido, durante 30 años, los lesionados de las explosiones del 22 de abril de 1992, de parte de los gobernantes, por llamarles de esta manera, que desde entonces, y hasta la fecha, han ocupado el palacio de gobierno de Jalisco: Carlos Rivera Aceves, Alberto Cárdenas Jiménez, Francisco Javier Ramírez Acuña, Gerardo Octavio Solís Gómez, Emilio González Márquez, Aristóteles Sandoval Díaz y Enrique Alfaro Ramírez.
Como se sabe, todos ellos en algún momento dijeron que resolverían las necesidades y demandas, primero de los damnificados y luego de las 87 personas lesionadas que decidieron agruparse en la asociación, a partir del 4 de mayo de 1993, fecha de su constitución, justo hace 30 años. Por supuesto todos sus integrantes, mujeres y hombres, habiendo sobrevivido a las explosiones sufrieron graves lesiones físicas y daños psicológicos que requerían de atención y cuidados profesionales por parte del gobierno de Jalisco a través de sus instituciones especializadas. Nunca se hizo adecuadamente.
Desde su constitución, esta asociación ha mantenido la memoria de la mayor tragedia urbana provocada en esta ciudad por la negligencia de los gobernantes. Necesitamos seguir reiterando que las vidas perdidas y las lesiones sufridas por aquella serie de explosiones pudieron haberse evitado si quienes gobernaban en Jalisco y en Guadalajara, Guillermo Cosío Vidaurri y Enrique Dau Flores, respectivamente, hubieran hecho lo conducente para prevenir el desastre que venía y que lo anunciaban desde dos o tres días antes los fuertes olores a gasolina.
Ellos decidieron no dar la orden que procede en situaciones cuando la tecnología del momento, los explosímetros, marcaban 100 por ciento de riego de explosividad. Los gobernantes de antes y de ahora, generalmente, se declaran fieles creyentes de la tecnología, pero, desde entonces quedó claro que esto es así siempre y cuando ésta no se oponga a sus intereses y formas de gobernar. En este caso la tecnología decía que lo que procedía era la evacuación, el desalojo inmediato de todos los vecinos de la ruta que seguía el drenaje profundo del sector reforma de Guadalajara. Ellos dijeron que no pasaría nada. Pero luego todo pasó. Y cuando sucedió la tragedia, de inmediato negaron toda responsabilidad y peor aún, responsabilizaron a los vecinos.
Homenaje
En esta ocasión y como humilde homenaje a los lesionados, y con el apoyo de la señora Lilia Ruiz, presidente de la asociación, queremos dejar registrados algunos de los 33 nombres de aquellas personas que en el batallar de esta asociación ya no están con nosotros aunque quizá pudieran estar si hubieran recibido las atención y cuidados que merecían: Luis Cruz Franco, Carlos Hernández, Nicolás Covarrubias Hernández, Manuel Vázquez Domínguez, José Vázquez Domínguez, María Guadalupe Tachiqin Valadez, Joaquín Guzmán, Jesús García Cabían, Maricruz Segura Plasencia, José Michel, Margarita Barrón, Vita Franco Ventura, Carolina Domínguez Varela, María Guadalupe Hernández, Octavio Aparicio Orozco (presidente fundador de la asociación), María Mercedes Velázquez Lizárraga y Alma Cristina Franco Mendoza.
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GR/I
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