Tala ilegal en la sierra occidental llega a CCA

2023-05-21 06:00:00

Persea americana. Cuautla padece desde hace tiempo la fiebre del aguacate. (Foto: Cortes�a)

La destrucción de los ecosistemas en la región Sierra Occidental de Jalisco, que corresponde a la Sierra Madre del Sur, ha llegado hasta la instancia ambiental del T-MEC: la Comisión de Cooperación Ambiental (CCA) de América del Norte, la cual ha recibido una petición de intervención ante la destrucción de un predio por tala ilegal en Cuautla, enclavado 150 kilómetros al poniente de Guadalajara.

“Con fecha 17 de mayo, dos personas de nacionalidad mexicana presentaron ante la CCA –en conformidad con las disposiciones previstas en el capítulo 24 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)– una petición en la que se asevera que México está incurriendo en omisiones en la aplicación efectiva de sus leyes ambientales en lo que respecta a la prevención de la tala ilícita y el cambio de uso de suelo forestal en el municipio de Cuautla, Jalisco, México”, señala el organismo multinacional.

En la petición SEM-23-006, denominada Tala ilegal en Jalisco, “se afirma que las autoridades gubernamentales competentes están incumpliendo con prevenir adecuadamente las actividades de tala ilícita que se realizan con fines de desmonte de terrenos forestales y alteración del uso de suelo para el cultivo de aguacate. Se señala que México no está aplicando de manera efectiva los procedimientos reglamentarios para el cambio de uso de suelo forestal a agrícola y que se infringió el proceso establecido en la legislación con respecto a un predio conocido como Los Amoles, en Cuautla, Jalisco, donde personas desconocidas ingresaron al terreno de manera ilegal, talaron árboles sin autorización, transportaron la madera y la distribuyeron con fines comerciales, provocando con ello la deforestación y consecuente modificación en el uso de suelo”.

En la petición también se plantea que se está buscando convertir el lugar en un área destinada al cultivo de aguacate. El Secretariado de la CCA revisará la petición en un plazo de 30 días y determinará si ésta satisface los requisitos establecidos en los artículos ambientales del T-MEC.

NO ES EL PRIMER CASO

De ningún modo se trata de un hecho aislado. En el mismo municipio se documentó otro caso: la madrugada de un día de la primavera de 2020, una decena de trabajadores en dos camiones escoltados por hombres armados a bordo de una camioneta arribó a un rancho de propiedad privada. En un par de días, el bosque fue borrado.

“Tumbaron árboles que tenían muchas décadas sin tocarse, herencia de mi padre y mi abuelo; parece que no hay nadie que los pueda detener”, se quejó amargamente el dueño del rancho durante una asamblea de la Unión Ganadera Regional de Jalisco realizada el 29 de abril de 2022 en Guadalajara. Ahí estaba la secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural del estado, Ana Lucía Camacho Sevilla, pero sólo obtuvo vagas promesas en respuesta.

El pequeño propietario, quien por seguridad pidió resguardar su identidad, destacó que la destrucción de sus terrenos forestales sucedió al comienzo de la pandemia de Covid-19. Él andaba fuera del país, pues es migrante, como buena parte de los oriundos de Cuautla, famosos en Estados Unidos por sus restaurantes de comida mexicana. El hombre que cuida sus terrenos le llamó para comunicarle la noticia: desconocidos invadieron el rancho y talaron un rodal de bosque de viejo crecimiento.

“Ese día lloré de frustración, de rabia. Era un patrimonio que yo quería mucho y buscaba convertir en un espacio de cabañas para ecoturismo. Era mi plan de retiro”, lamentó.

Cuautla es un municipio poco poblado al oeste de Jalisco. Sus bosques de coníferas se habían conservado hasta la última década, cuando a estas tierras llegó la fiebre del aguacate (Persea americana), la cual se ha ido expandiendo por varias regiones boscosas de México y que, en muchos casos, como en esta zona, llega acompañada del control territorial de mafias del crimen organizado.

“Están arrasando con todo. Han comprado, a las buenas o a las malas, la madera y los ranchos. Ellos ponen el precio y si no lo deseas vender, de todos modos se lo llevan. Luego llegan con los aguacates… es un negocio que controlan completo”, añadió el migrante de Cuautla.

La fiebre del aguacate llegó desde Michoacán, invadió completamente la región sur de Jalisco y ahora crece en lugares como la sierra de Cacoma, que corre paralela a la costa en el occidente de México, donde grupos delictivos controlan la mayor parte de las actividades económicas.

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