A tres años del llamado halconazo tapatío se instaló en la zona el Centro de Guadalajara un antimonumento (5J) como un acto de memoria y exigencia de justicia en el contexto de las movilizaciones sociales y protestas (4, 5 y 6 de junio 2020) por la muerte de Giovanni López, cuando se encontraba bajo custodia de policías del Municipio de Ixtlahuacán de los Membrillos y en instalaciones del gobierno de dicha localidad. La CEDHJ desarrolló en su momento una investigación en la que concluye que se trató de una ejecución extrajudicial contra Giovanni, quien fue golpeado hasta privarle de la vida; también se documenta que en las manifestaciones realizadas en Guadalajara muchos jóvenes fueron víctimas de desaparición forzada.
Ante la impunidad de los hechos, la red de colectivos valoró de suma importancia colocar el antimonumento 5J reivindicando la memoria colectiva para que, según sus propios comunicados “las detenciones arbitrarias, tortura y desaparición forzada de docenas de personas, al igual que la ejecución de Giovanni López nunca más se vuelvan a repetir”; sin embargo, como se ha venido denunciado, el mismo día de la instalación, dicho antimonumento fue retirado de manera furtiva (a medianoche y apagando todas las luces de la plaza), reconociéndose que fue una acción del Ayuntamiento de Guadalajara en conjunto con el gobierno del estado.
Frente a la arbitrariedad de la decisión de las autoridades de Guadalajara y el gobierno de Jalisco de retirar el antimonumento 5J, el Colectivo #5deJunioMemoria junto con organizaciones como Cepad, Colectivo Luz de Esperanza Desaparecidos Jalisco y muchas voces solidarias han llamado a la resistencia pacífica colectiva para exigir su reinstalación y consiguieron de manera exitosa que el Juez Segundo de Distrito en Materia Civil y de Trabajo ordenara a través de una resolución a la Dirección de Inspección y Vigilancia del Gobierno de Guadalajara (19 de julio 2023) la reinstalación inmediata del antimonumento 5J y asegurarse que permanezca en dicho espacio y así restituir el derecho de manifestación pacífica del colectivo y a la memoria social.
Por su parte el Instituto Nacional de Antropología e Historia en su delegación de Jalisco emitió un documento dando seguimiento al expediente SMH/198/23 turnado a petición de Colectivas de Jalisco y 5 de Junio Memoria quienes demandaron la evaluación de la escultura denominada antimonumento 5J y del sitio donde se había colocado, el resultado de la evaluación del INAH indica que “la ciudad y su Centro Histórico son escenario del acontecer social, el cual se expresa a través de los elementos materiales que se integran a éste, debido a su trascendencia. Por lo antes mencionado no tenemos inconveniente que sea colocada la escultura en comento”; también indican que la escultura se localiza en un espacio abierto y no representa intervención en monumentos históricos.
La placa que se encuentra en el antimonumento nos recuerda la importancia de la lucha contra el olvido y la impunidad: “… las graves violaciones a los DDHH de los días 4, 5 y 6 de junio no han sido debidamente investigadas, tampoco se han reparado los daños. Responsabilizamos al gobierno de Jalisco por los hechos, apuntando que las desapariciones y la impunidad continúan”.
Las autoridades de Guadalajara deben acatar la decisión del Juez Segundo de Distrito en Materia Civil y de Trabajo y considerar la evaluación del INAH, debiendo reinstalar a la brevedad el antimonumento 5J en la Plaza Imelda Virgen del Centro Histórico de Guadalajara, ya que el retiro arbitrario perpetúa la impunidad y violenta la exigencia social de justicia y el derecho a la memoria.
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