Natanael Cano llena el Palenque de las Fiestas de Octubre

El segundo día de las Fiestas de Octubre tuvo un invitado de lujo que llenó el recinto sin pensarlo.

Con tan solo 22 años de edad, Natanael Cano llegó al Palenque con sus canciones más populares y también las más recientes de su disco "Nata Montana".

Poco después de la media noche, luego de los chiflidos de los asistentes por la tardanza, el cantante salió a la arena con su banda y cantando una de sus canciones más populares, "Mi bello ángel", tema que desató la euforia de sus fans.

De acuerdo con las cifras oficiales, 11 mil 500 personas acudieron a ver el primer show que el cantante de corridos tumbados tuvo en esta fiesta, aún cuando los boletos tenían un costo de hasta 20 mil pesos en zonas preferenciales.

Adolescentes y jóvenes de entre 18 y 25 años eran el grueso de los asistentes, aunque acudieron también algunos niños acompañados de sus padres o familiares.

"Soy el diablo", el segundo tema que cantó "El Nata" y que tiene en colaboración con Bad Bunny, fue una de las canciones más coreadas por el público, así como "PRC", Amor tumbado" y "Más altas que bajas".

Desde las primeras interpretaciones, el joven artista sacó una botella de tequila y comenzó a darle tragos por ratos.

El espectáculo estuvo lleno de música, canto, regalos que le dieron a "El Nata", sobre todo flores, y algunos besos que se acercó a dar el cantante a algunas de sus fans.

Una de las sorpresas de la noche fue cuando invitó a Gabito Ballesteros, con quien ha estrechado una amistad, a cantar con él y a promocionar su próximo concierto que será el próximo 5 de octubre en el mismo recinto.

Esta es la primera de dos fechas que el cantante estará en el Palenque, pues el 30 de octubre vuelve a la arena para seguir entreteniendo al público.

Natanael Cano ha logrado aumentar su fama siendo prácticamente el creador de los corridos tumbados, sus más de 20 millones de escuchas en Spotify lo comprueban, así como el lleno total de los lugares en los que se presenta y, este fin de semana, la Perla Tapatía no fue la excepción.

JB