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POR FIN. Las Vegas albergar� por primera vez el Super Bowl, una ciudad en la que se vive la fiesta d�a y noche. (Foto: Agencia EFE)
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El próximo 11 de febrero el Allegiant Stadium de Paradise, Nevada, acoge la 58 edición del Super Bowl, el partido que decide el campeón de la temporada de fútbol americano cada año pero, sobre todo, un acontecimiento que paraliza Estados Unidos y ha ido elevándose hasta la categoría de fiesta nacional.
Se enfrentarán San Francisco 49ers, uno de los equipos más laureados, con cinco títulos -el último fue hace 29 años-, y los actuales campeones, los Kansas City Chiefs, que suman tres coronas y tienen la ocasión de repetir victoria, algo que no ocurre desde que en 2005 lo consiguieron los Patriots de New England.
Los Chiefs, finalistas en la primera edición del torneo en 1967, derrotaron en 2023 a los Philadelphia Eagles por 35-38 después de una espectacular remontada en el segundo tiempo de la mano de su estrella, el 'quarterback' Patrick Mahomes.
LOS SUPERNÚMEROS
Doscientos millones de espectadores; siete millones de dólares por 30 segundos de publicidad; 16.500 millones de dólares de gasto en comida, bebida y decoración; 1.230 millones de litros de cerveza consumidos… los números del llamado “súper domingo” son casi infinitos y crecen cada año.
El partido ha evolucionado hasta convertirse en una especie de fiesta nacional que reúne a familiares y amigos delante del televisor y dispara el consumo hasta niveles que solo supera el Día de Acción de Gracias.
Según los datos de la Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés), cada norteamericano gastó en 2023 en compras el día de la Super Bowl 85 dólares extra; más de 100 millones de personas participaron en una reunión o en una fiesta para el partido y casi 18 millones lo vieron en bares o restaurantes.
Las retransmisiones de la Super Bowl copan los primeros puestos en la lista de los programas de televisión más seguidos en Estados Unidos. La de 2023 alcanzó una audiencia media de 113 millones de espectadores -200 millones vieron algún minuto del partido, según Nielsen Holdings -. Algo menos que en 2015, la más vista de la historia con una media de 114,4 millones.
Con semejante impacto no es de extrañar que los anuncios emitidos durante el partido sean los más caros del año, esta vez siete millones de dólares por 30 segundos -los primeros, en 1967, costaron 42.500-.
A menudo, los publicistas aprovechan la ocasión y crean espacios que quedan para el recuerdo.
HISTORIA
Pittsburgh Steelers y New England Patriots son por ahora los dos equipos con más títulos, seis cada uno, y los Patriots son también quienes más veces han jugado el partido final, once veces.
El legendario quarterback Tom Brady, retirado el pasado año, encabeza el palmarés individual con siete anillos en su poder (seis con los Patriots y uno con los Buccaneers de Tampa Bay). Le sigue Charles Haley, con cinco. Brady es también quien más veces fue elegido MVP (mejor jugador del partido), en cinco ocasiones.
LA SEDE
La ciudad de Paradise, a 5 millas de Las Vegas, es la sede de la Superbowl 2024, que por primera vez se disputa en el estado de Nevada.
El Allegiant Stadium, inaugurado en julio de 2020 y con capacidad para 65.000 espectadores, es habitualmente utilizado por el equipo de la NFL Las Vegas Raiders, y el próximo mes de julio albergará varios partidos de la Copa América de fútbol, entre ellos uno de cuartos de final.
DOMINGO 11
- Kansas City 17:30 San Francisco
Conciertos legendarios
La actuación que cada año se celebra durante el descanso es un acontecimiento con vida propia capaz de generar tanto o más interés que el propio evento deportivo.
Los honores de la de 2024 corresponden al rapero estadounidense Usher, que celebrará sus 30 años de exitosa carrera y rendirá homenaje a la cultura afroamericana. Usher ya actuó en la edición de 2011, entonces como acompañante de The Black Eyed Peas.
El espectáculo del entretiempo nació para entretener a los asistentes al estadio y durante un par de décadas se mantuvo en un discreto segundo plano, pero hoy en día es un evento con difusión planetaria y enorme repercusión. Una muestra: el concierto de Rihanna en 2023 generó un aumento del 640 por ciento en sus reproducciones en Spotify.
El aldabonazo definitivo se produjo en 1993 de la mano de Michael Jackson, cuya actuación reunió más espectadores que el partido. Cortesía EFE
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