El pasado domingo, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo fue elegida presidenta del país para el periodo 2024-2030. Su mandato no será sencillo, ya que heredará numerosos desafíos económicos que requerirán de una gestión cuidadosa y estratégica.
¿Cuáles serán los principales desafíos económicos que enfrentará la doctora Sheinbaum? En mi opinión, estos son los siguientes:
1. Reactivar el crecimiento económico. Esta reactivación es esencial para reducir la pobreza, generar empleo y mejorar el bienestar de la población. El crecimiento económico per cápita ha sido prácticamente nulo en los últimos seis años. La política fiscal podría contribuir a esta reactivación, promoviendo la inversión y el empleo productivo.
2. Fortalecer las instituciones. Las instituciones garantizan las interacciones, las transacciones y las decisiones económicas. Fortalecer las instituciones implica promover la transparencia y la rendición de cuentas, la eficacia gubernamental, la calidad regulatoria, el Estado de derecho y el control de la corrupción y la violencia.
3. Crear capital humano. El capital humano es necesario para fomentar la competitividad, el empleo y reducir la desigualdad económica. En los últimos años su formación ha experimentado graves rezagos. Los rezagos podrían subsanarse incentivando la innovación, la calidad y la eficiencia en las instituciones educativas, de salud, de ciencia y de tecnología.
4. Renegociar el TMEC. La revisión programada del TMEC podría llevar a su renegociación en 2026. Ante este posible escenario, sería conveniente reducir las fricciones comerciales y replantear la relación comercial en función de las nuevas realidades internacionales. Estas realidades dependerán en gran medida de las decisiones en Estados Unidos.
5. Aprovechar el nearshoring. México tiene la oportunidad de posicionarse como un centro de inversión a nivel internacional. La administración pública podría facilitar el nearshoring mejorando la infraestructura existente, ofreciendo garantías a la inversión extranjera y asegurando un suministro energético confiable y sostenible.
6. Estabilizar los mercados financieros. Las volatilidades del tipo de cambio y de las tasas de interés han inducido problemas en la economía en los dos últimos años. La sobrevaluación del peso ha reducido las exportaciones, el poder adquisitivo de las remesas y la competitividad nacional. Las altas tasas han reducido el crédito y la inversión. La colaboración entre la administración pública y Banxico muy probablemente será necesaria para estabilizar y equilibrar los mercados financieros.
7. Mejorar las finanzas públicas. Los gastos de Pemex, la seguridad social y las pensiones hacen inviable mantener la dinámica de gasto público. El gobierno federal requiere una reforma fiscal que aumente sus ingresos expandiendo la base de contribuyentes. Sin duda, esta reforma será políticamente impopular, pero económicamente necesaria.
8. Reestructurar la política social y el federalismo fiscal. Las políticas vigentes no generan los incentivos necesarios para promover el crecimiento económico. La administración pública debería replantear las mencionadas políticas, los programas sociales y las transferencias intergubernamentales basándose en criterios de mérito, pertinencia y sustentabilidad.
En mi opinión, la doctora Claudia Sheinbaum heredará un conjunto de desafíos económicos que requerirán una visión estratégica a corto y mediano plazo. Su capacidad para abordar estos desafíos determinará, en buena medida, el éxito de su administración y el futuro económico del país.
*Economista e investigador de la UdeG
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