Habiéndose convencido mediante experimentos con lentes de que el telescopio refractor no podía mejorarse mucho, Lord Rosse centró su atención en los reflectores; y como el primer objetivo de los experimentadores siempre había sido aumentar el poder de aumento y la luz mediante la construcción de un espejo lo más grande posible; así fue hasta este punto que la atención de Su Señoría también se dirigió
‘The Monster Telescopes, Erected by the Earl of Rosse, Parsonstown, with an Account of the Manufacture of the Specula, and Full Descriptions of All the Machinery Connected with These Instruments’, Sheilds and Son, London-Dublin (1844), P. 1
Desde que inició la astronomía telescópica en 1609, cuando Galileo Galilei construyó un denominado perspicilli como aparece en la portada de su obra Siderivs Nvncivs… (Venetiis, 1610) podemos decir que se desató una carrera por construir los instrumentos más grandes, así, el que descolló en la era decimonónica fue el construido a expensas de un noble irlandés con el diseño propuesto por el genio indiscutible de todos los tiempos sir Isaac Newton.
Tal personaje nació el 17 de junio de 1800 en York, Inglaterra y recibió el nombre de William Parsons. Al ser el hijo mayor del segundo conde de Rosse, a la muerte de su padre sir Lawrence Parsons en febrero de 1841 heredó el título nobiliario. El joven William se educó en el Magdalen College de Oxford, graduándose con honores de primera clase en Matemáticas el año de 1822.
Luego de sus estudios formales, según refiere uno de sus descendientes: “Al año siguiente, William ingresó al Parlamento, donde representó al condado de King, como lo había hecho su padre antes que él. Se sentó como Whig y votó a favor tanto de la Emancipación Católica como del Proyecto de Ley de Reforma, pero sus verdaderos intereses no eran políticos y renunció a su puesto en 1834 para tener más tiempo para dedicarlo a la ciencia” (Hermathena, No. 107 [Autumn 1968], p. 7), y tal fue su dedicación que le llevó a construir el telescopio reflector más grande del siglo 19.
El telescopio reflector fue la solución que ideó sir Isaac Newton para disminuir la aberración cromática de los primeros telescopios de lentes, cuya baja calidad del vidrio de los lentes propiciaba ver los objetos con un halo con los colores del arcoíris a su alrededor, la dicha aberración cromática. Al emplear un espejo parabólico como elemento óptico principal la aberración disminuía ostensiblemente.
El tercer conde de Rosse construyó varios telescopios en su interés de cultivar la ciencia astronómica, el mayor de ellos popularmente conocido como el Leviatán de Parsonstown fue construido en el castillo de Birr y quedó listo para las primeras observaciones al inicio de 1845, su espejo principal tiene un diámetro de 1.83 metros de diámetro, siendo el más grande del mundo desde su inauguración hasta 1917, cuando se puso en operación el telescopio Hooker en Mount Wilson, California con un espejo de 2.5 metros de diámetro.
X: @durrutydealba
jl/I
|