La falta de interés ciudadano en participar en la convocatoria para integrar el consejo ciudadano de búsqueda de desaparecidos no sólo tiene que ver con la inexistencia de un salario, sino con el desgaste de las autoridades estatales.
Los integrantes de los colectivos en activo no tienen ningún interés en formar parte de un órgano oficial que no les ha dado respuestas y del cual desconfían.
Unos simplemente señalan que el hecho de que el Congreso local tenga mayoría de Movimiento Ciudadano, el partido en el poder, y las decisiones se toman a través de “cuotas y cuates” les da desconfianza de que se vaya a elegir a los mejores para ocupar ese cargo.
Otros señalan que no se notan los resultados que se han obtenido durante su operación, y esto no les da seguridad para saber que están haciendo bien su trabajo.
También hay otros que señalan que es una pérdida de tiempo porque no está enfocado a la búsqueda los desaparecidos cuando a veces es su principal razón de ser como colectivo, además no los escuchan, sobre todo, esta última parte es la que más duele y la que más desconfianza da.
Este desinterés en integrar este órgano queda de manifiesto cuando ayer en el cierre de la convocatoria, después de dos semanas de difusión y tres días de registro, únicamente se registraron 11 personas.
La convocatoria busca a tres familiares de desaparecidos, dos académicos y un especialista en el tema; sin embargo, será difícil decidir si todos cubrieron los requisitos para cada cargo.
Incluso está el antecedente de que la primera convocatoria tuvo que declararse desierta debido a que sólo una persona se registró: Irasema Consuelo Sauceda Martínez, quien ya no se presentó a la entrevista debido a que era un proceso fallido ante la falta de más aspirantes.
Los diputados locales no podían tomar una decisión con solo una persona registrada cuando se requería un mínimo de seis porque es el número de los consejeros que terminaron su función.
La realidad es que también, de los 38 legisladores, a muy pocos les interesa este tema y lo difunden; hasta podríamos contarlos con los dedos de la mano y, como dicen, nos sobrarían espacios porque la mayoría busca encabezar otros temas de mayor interés social, que les generan más simpatías y menos dificultades.
Además de la complejidad de este tema también está la oposición y las trabas que pone el gobierno estatal para reconocer la problemática, y otorgar las facilidades económicas y humanas para encontrarlos.
Este consejo está incompleto desde hace meses, y dicen que no pasa nada, que funcionan de manera normal, y que hay calma para elegir a los que faltan.
Y no es que los futuros consejeros sean indispensables, pero si este órgano puede sesionar sin ellos esto indica que la toma de decisiones es lenta en su aplicación porque pueden seguir operando con un pleno incompleto. Tampoco hay prisa porque nadie apura al Congreso local a nombrarlos con prontitud. Hay que estar al pendiente para ver a quiénes eligen.
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