El pasado domingo, las comisiones del Senado, en lo general, aprobaron el dictamen sobre la reforma al Poder Judicial. Esta reforma es controversial porque, a pesar de estar planteada en términos administrativos, se argumenta que reduce la independencia y la fortaleza institucional del Poder Judicial.
¿Por qué es importante la independencia del Poder Judicial? Desde una perspectiva económica, el Poder Judicial provee garantías necesarias para promover el desarrollo. Estas garantías refieren a la protección de derechos, la equidad, la resolución de conflictos, la estabilidad y las acciones públicas.
Los derechos de propiedad y laborales permiten que los individuos, las empresas y los trabajadores tengan seguridad sobre sus activos, inversiones y trabajo. El Poder Judicial actúa como garante de estos derechos porque facilita que las leyes sean respetadas y aplicadas de manera coherente e imparcial.
El Poder Judicial también facilita que los beneficios de las actividades económicas puedan distribuirse de manera equitativa. La aplicación de las leyes fiscales, empresariales, laborales y de derechos humanos es fundamental para el bienestar económico, y la estabilidad económica y social.
México depende en buena medida de la inversión extranjera y el comercio internacional para mejorar sus expectativas de desarrollo. Un Poder Judicial independiente, fuerte y respetado reduce los riesgos de inversión y promueve los flujos comerciales; factores ambos que impulsan el crecimiento económico.
El Poder Judicial también permite la resolución de conflictos económicos. Un sistema judicial independiente reduce el tiempo y los recursos que las partes en conflicto deben invertir en resolver sus diferencias. La eficiencia económica hace redundantes las prácticas extra-legales y la corrupción.
El Poder Judicial, además, resulta fundamental para mantener el equilibrio entre los poderes y evitar que el Ejecutivo o el Legislativo interfieran arbitrariamente en la economía. Esta función permite proteger el Estado de derecho, mantener la estabilidad y evitar la incertidumbre en los ámbitos económico y financiero.
Más aún, si hay una clara separación de poderes, el Poder Judicial puede evitar que los poderes Ejecutivo y Legislativo ejerzan sus funciones de manera excesiva, arbitraria o discrecional. La independencia del Poder Judicial, por tanto, genera certezas sobre la aplicación de las leyes y acciones públicas.
En mi opinión, el Poder Judicial debe mantener su independencia institucional. Si la reforma se utiliza para minar su independencia; sin duda, inducirá graves problemas institucionales, económicos y financieros al país. México requiere mayores garantías institucionales para promover su desarrollo económico.
jl/I
|