Falta cuatro días para el cambio de los gobiernos municipales y un mes más para el relevo en las diputaciones locales; y en ambos casos, con el cambio de mayorías partidistas y pérdida de posiciones en algunos institutos políticos, sobre todo Movimiento Ciudadano, podría provocar un incremento en demandas laborales.
Las maletas están listas, incluso las cajas con las pertenencias personales porque sabía que se llegaría la hora, y quizás también de manera preventiva tengan la demanda bajo el brazo.
Los pasillos, los patios y las oficinas de algunas dependencias gubernamentales se ven casi solos, únicamente se encuentra al personal de base, que tiene su horario y checa tarjeta, y uno que otro de confianza que es el encargado de abrir y cerrar las oficinas, de atender las llamadas o recibir las peticiones que podrían llegar, porque el resto ya no va.
La continuidad que hubo en anteriores administraciones por el mismo partido político y ante la incertidumbre de las que vienen originaría una cascada de demandas laborales para buscar la planta de base, apelar a demostrar la antigüedad mínima en el cargo solicitada por ley, y así poder seguir laborando.
El hecho de haber trabajado cuando menos dos administraciones seguidas a nivel municipal o en el Poder Legislativo les da esa oportunidad laboral, que muy pocos desprecian.
Los casos más conocidos son en el Congreso local donde la reelección de los diputados permitió mantener a su personal por más de un periodo continuo, y ahora cuando no hay una oferta laboral amplia como la hubo en el pasado porque llegarán caras nuevas de muchos colores partidistas, algunos de los actuales que se quedarían sin empleo podrían usar su derecho a buscar la definitividad que les garantiza la ley.
Esta posibilidad no es nueva, la hicieron al inicio de las actuales administraciones y lo han hecho en otras del pasado, y lo podrán seguir haciendo porque nunca hubo una modificación legal que los acotará o les pusieran candados, siempre se hicieron de la vista gorda.
La permanencia laboral puede demostrarse fácilmente, con sólo evidenciar el pago continúo de sus salarios, y hasta presentar testigos, y sólo haría falta esperar la resolución judicial.
En estos momentos, hay algunas demandas que pronto se resolverán, de las que se pusieron hace tres años o más, y podrían conseguir la planta de base que sueñan para evitar el vaivén político que los llevó al cargo y que ahora los podría dejar desempleados.
Habrá algunos que irán a trabajar a otros lados, y planean dejar la demanda interpuesta para que se resuelva lo más pronto posible y garantizar su futuro laboral.
Indudablemente las nóminas crecerán en cuanto se resuelvan las demandas. Hay que sacar cuentas de cuántos son ahorita que concluyen las gestiones para tener el termómetro de cuánto aumentaría, sobre todo cuando muchos ya no tienen un padrino político para mantenerse viviendo del erario porque simplemente perdieron y nuevos rostros llegarán.
Las demandas estarán a la orden del día.
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