Capote, el creador de la novela de no ficci�n

2024-09-29 06:00:00

CINE. El estadounidense tuvo una obra relativamente escasa, pero un �xito lo llev� a la cima. (Foto: Agencia EFE)

Hoy 30 de septiembre se cumple el centenario del estadounidense Truman Capote, uno de los escritores contemporáneos más influyentes tanto en su país como en el mundo, a pesar de una obra relativamente escasa.

Cuando publicó en 1965 A sangre fría, la historia de un crimen aparentemente anodino en un poblado rural de Arkansas, sacudió los cimientos literarios estadounidenses y fue entonces cuando adquirió un prestigio y una fama que nunca lo abandonarían.

No fue ese su primer éxito, pues en 1958 había publicado Desayuno en Tiffany’s, una novela sobre la vida frívola y despreocupada de una joven en Nueva York, que tres años después encarnaría en el cine Audrey Hepburn con enorme popularidad.

Pero, para llegar hasta allí, Capote había tenido que recorrer un camino de espinas.

La ausencia de sus padres en sus años tempranos le marcó profundamente, igual que el suicidio posterior de su madre, y más porque era un niño muy sensible y afeminado, según reconocía él mismo.

Aunque había publicado obras menores, su verdadero debut literario fue Otras voces, otros ámbitos, novela escrita con 23 años y que abordaba abiertamente su homosexualidad. En 1948 aquello era un tabú incluso en la liberal Nueva York, pero labró su camino a la fama.

La novela fue un éxito y Capote comenzó a frecuentar los cenáculos literarios de la ciudad, donde pronto se hizo invitado imprescindible.

En la cresta de la ola, Capote decidió que quería dar un giro a su carrera y escribió una novela radicalmente diferente sobre un tema que entonces parecía lo menos literario del mundo: un oscuro crimen de una familia entera en un pueblo de Arkansas donde los dos asesinos buscaban una fortuna que nunca existió y por el cual se arriesgaban a la pena de muerte.

Capote se mudó a Arkansas, entrevistó a los asesinos, fiscales, policías, amigos de la familia, maestros y alumnos que conocieron a los niños, y con ello fue armando una novela que según él contaba de forma veraz las vidas y las muertes de los asesinados, pero sobre todo la de los asesinos.

Dicen que manipuló a todos los entrevistados para conseguir lo que quería oír y que mucho de lo descrito era, en realidad, imaginado; se le reprocha incluso que hizo lo que pudo para acelerar la ejecución de los condenados -a los que llamaba falsamente ‘amigos’,  y así cerrar sus compromisos literarios.

Sea o no cierto, con el filme Capote dio acta de nacimiento a un nuevo género que llamó ‘novela de no ficción’ en el que descansa actualmente una buena parte de la narrativa contemporánea.

A sangre fría fue un bombazo que lo elevaría para siempre al Olimpo. Capote no llegó a recuperarse del todo de aquel éxito y escribió luego obras menores. Venido a menos, murió en 1984, con solo 59 años, de una crisis hepática complicada por el alcohol y las drogas.

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