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(Foto: Cortes�a Gobierno de Jalisco)
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El Congreso de Jalisco realizó una sesión solemne para entregar un reconocimiento a la trayectoria al secretario general de Gobierno, Enrique Ibarra Pedroza, por su labor y entrega en el servicio público y contribución a la vida política de la entidad.
La diputada Claudia Murguía, presidente de la Mesa Directiva del Congreso, dijo que el reconocer se convierte en una virtud, lo que enaltece el quehacer político. "Esto lo menciono porque, si de alguien hemos tenido reconocimiento, es del mismo maestro. Reconocer las virtudes de sus opositores es lo que lo caracteriza. Este reconocimiento es sólo un momento, una muestra de lo que ha hecho en toda su trayectoria política”.
Murguía también destacó la gentileza y rectitud de Ibarra Pedroza, además de la inteligencia; virtudes que ha demostrado en su labor política.
“Este recinto legislativo no tiene un antecedente inmediato de la de hoy. No existe un antecedente del reconocimiento en vida como el de hoy”, remarcó la diputada.
Tomás de Híjar Ornelas, cronista de la ciudad, enfatizó que Ibarra Pedroza sobresale en la función pública por su liderazgo local y nacional, e hizo un repaso por su vida académica y profesional; desde que se graduó de Derecho hasta llegar a la Secretaría General de Gobierno, y su labor como promotor político en temas como el Puente de las Damas.
Enrique Ibarra resalta importancia del diálogo en la vida política
En su intervención, Enrique Ibarra Pedroza hizo un repaso de su trayectoria política; desde cuando lo invitaron a ser alcalde de Tototlán, que, pese a que no se consolidó, fue una buena experiencia, su paso por la transición del partido mayoritario, y la conclusión de su ciclo en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en noviembre de 2005.
También agradeció a su esposa y a su familia por acompañarlo, y recordó que desde 2018 tomó la decisión de retirarse de la vida política una vez que terminara la actual administración.
Ibarra Pedroza recordó las palabras de Max Weber al citar que existen dos maneras de hacer política: la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad.
“Ambos elementos han sido mi brújula durante todos estos años, porque en la política como en la vida, las decisiones no pueden tomarse desde el impulso de los ideales absolutos, sino desde el reconocimiento de las consecuencias prácticas del contexto en el que se desarrolle, y del impacto que tendrán sobre los ciudadanos a quienes servimos”, enfatizó.
Agregó que el verdadero arte de la política no descansa en la capacidad de imponer la voluntad propia o de las mayorías soberbias, “sino en lograr a través de la mediación, y del diálogo, construir lo que clamaba el más brillante, a mi juicio, de los jaliscienses, Mariano Otero, quien decía que las instituciones no deben prestarse ni usarse para preparar la lucha, sino para construir la unidad en lo fundamental”.
jl
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