La distribución del gasto en el primer año de gobierno de Pablo Lemus Navarro será el parteaguas para definir las alianzas políticas que reinarán durante su mandato.
La forma en que se apruebe el Presupuesto de Egresos estatal 2025 con las peticiones del nuevo gobernante reflejará si habrá una alianza cordial con la oposición o si será de fricciones y jaloneos.
Al negociador empresarial y profesional le interesa tener certeza en los gastos que pretende realizar el año entrante para cumplir sus metas, y lograr que el Congreso local le cumpla cuando menos la mayoría de sus deseos o los más importantes. Ése es el reto de su capacidad política.
La pérdida de la mayoría en el Congreso estatal del partido gobernante en la próxima legislatura complicará el escenario para aprobar los decretos y dictámenes que le interesan al próximo mandatario estatal; una ruta más difícil en comparación con el saliente, que siempre tuvo una mayoría cómoda.
La distribución del gasto estatal evidenciará la ruta política que Lemus Navarro logró con el resto de las fuerzas políticas. Si hay unanimidad será un gobierno de tres años sin muchos tumbos, seguramente por el intercambio de cartas económicas y de nómina, y si no logra todos los votos, como en otros años, se notará que hay diferencias marcadas y quizás opte por la imposición en algún momento.
En esta legislatura, Movimiento Ciudadano logró mantener la alianza con otras fuerzas políticas para sacar todos los temas que le interesaban al Ejecutivo estatal, pero este cómodo escenario no está previsto para el próximo trienio, se tiene que construir.
Precisamente los votos que obtenga la aprobación del Presupuesto de Egresos de 2025 será el detonante para observarlo.
Aunque Movimiento Ciudadano sigue siendo mayoría con 11 posiciones, atrás está Morena con una menos, es decir, diez, pero con la alianza con el Partido del Trabajo que tiene dos posiciones, el Partido Verde Ecologista de México con tres y Hagamos con otras tres, le alcanzaría para dominar el escenario legislativo, sobre todo si las dos posiciones de Futuro se mantienen de su lado.
El tiempo en que logre la aprobación de este gasto también será definitorio para saber si tiene el control o si se lo cuestionan a cambio de prebendas, porque nada es gratis. La fecha límite es el 15 de diciembre; si logra hacerlo con mayor prontitud se mostrará su dominio.
Lo que resta de octubre y noviembre serán claves para estar al pendiente de las negociaciones en este tema porque Lemus Navarro no querrá iniciar su primer año con tropiezos y debilidades. Aquí se demostrará la correlación de fuerzas que marcarán el próximo sexenio, incluida la relación con la Federación.
Desde ahora advertimos que si al próximo gobernante no le salen las cosas como lo desea, seguramente habrá revancha política en cuanto pueda, porque no olvidará quién no está de su lado.
¿Quién o quiénes serán los contrapesos contra el Ejecutivo desde el Legislativo? Eso es lo que esperamos ver, porque jamás deben desaparecer.
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GR
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