Es imposible dar por cerrada la discusión sobre la violencia vicaria con la última reforma que realizó la legislatura pasada cuando cada día siguen surgiendo casos con la característica de dañar a la mujer a través de los hijos.
Los diputados de la 63ª Legislatura consideraron que habían cumplido con poner en el Código Penal como una agravante a la violencia familiar la que se realiza por interpósita persona, es decir cuando se ejerce usando a un tercero, en este caso los hijos para dañar a la pareja.
Empero, las víctimas, las nuevas que van surgiendo, insisten que esto no es suficiente, que debe nombrarse, llamarla por su nombre porque sí es una violencia en razón de género, sobre todo cuando hay otros estados que sí lo han hecho y lo han visibilizado.
La Universidad de Guadalajara a través del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) levantó ayer la voz en este tema al realizar un foro para reflexionar y demostrar que este tipo de violencia perjudica directamente a las mujeres, y que debe exhibirse como violencia vicaria y no ocultarla tras reformas que poco ayudan.
La discusión sobre sus afectaciones y hacia dónde debe irse surgió en este centro universitario en voz de académicos de alto nivel y surgió el compromiso de insistir, al grado que se invitó a la legisladora local que los representa en el Congreso de Jalisco.
Ahí estuvo Valeria Ávila, también vicepresidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios, para comprometerse públicamente en dar esta lucha nuevamente en la actual Legislatura, que apenas lleva siete días en funciones.
Habrá que estar al pendiente de quiénes son ahora las voces valientes que buscarán que este tema no quede en el olvido y sea nombrado.
En la Legislatura que terminó el 31 de octubre hubo miedo de legislar sobre este tema, les llevó todo el trienio animarse a hacerlo y cuando se decidieron incumplieron sus promesas y faltaron a su palabra ante los colectivos con los que habían trabajado y acordado un texto.
La llamada Legislatura de las mujeres, por ser histórica en cuanto al total de voces femeninas, y la bancada de las mujeres tuvieron miedo a las críticas, a los señalamientos y al qué dirán porque no confiaron en sus argumentos, no estaban convencidas de lo que padecen las mujeres y mejor decidieron caminar seguro sin comprometerse.
Supuestamente esta reforma iba a ser la primera que realizaran como bancada de mujeres y recularon sin pudor. Las voces valientes fueron pocas y la sumisión volvió a hacerse presente en la mayoría, y al final quedó unánime en la votación.
Hoy hay nuevos actores y más pluralidad política, lo cual da esperanzas ante lo nuevo, y esperemos que pronto sepamos si buscarán hacer historia defendiendo una causa o volverán agachar la cabeza argumentando que es una reforma innecesaria.
Lo primero que tenemos que ver es cuánto tiempo pasará para que alguien presente la propuesta porque sin ella no podrá iniciarse la discusión dentro del Congreso local.
Hay diputadas y diputados que repiten en esta legislatura, por lo que están doblemente comprometidos con el tema. ¿Habrá valentía?
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