Toda persona tiene derechos fundamentales y el ejercicio de estos permite conformar y determinar la vida en condiciones de libertad, igualdad y respeto a la dignidad humana.
Por ello, es sumamente importante reconocer que las personas en situación de calle también tienen estos derechos y que merecen ser tratadas con respeto, atención, cuidado y armonía, pero también es congruente comprender que su realidad no la podemos explicar, entender, atender y resolver con prontitud y eficacia.
Las circunstancias que las llevan a subsistir en la calle son diversas, ya que cada una tiene un sinfín de variables desfavorables que las situaron en su condición actual; sin embargo, algunos de los factores que intervienen son: la falta de contención sociofamiliar y afectiva; la ruptura de vínculos afectivos significativos (familia, pareja, hijos e hijas, amistades); la dificultad para contar con redes solidas de apoyo; las situaciones laborales adversas; ser víctimas de discriminación e injusticias; tener una condición de vulnerabilidad (como una discapacidad, enfermedades crónico-degenerativas o trastornos psíquicos) y la pobreza extrema. Todos ellos son factores ante los cuales todos y todas, en menor o mayor grado, podemos ser vulnerables y quedarnos sin nada e ir a vivir a las calles.
Entre la población que habitan las calles hay niñas y niños, adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores y/o familias enteras, muchas con problemas graves de salud física, mental y/o con problemas de adicciones, por eso te proponemos reconocer que toda persona que vive en las calles es:
- Digna de recibir buen trato
- Merecedora de recibir una atención respetuosa y amable
- Capaz de expresar sus emociones, sus sentimientos, sus preocupaciones y conocimientos en libertad y sin restricciones
- Tiene el derecho a ser llamada por su nombre
- Merecedora de buscar y obtener un empleo como su fuente de ingresos
Asimismo, se debe saber que a una persona en situación de calle:
- Le puedes conocer y saludar
- Le puedes escuchar y propiciar un diálogo
- Le puedes preguntar acerca de sus actividades y de cómo le fue en su día
- Le puedes brindar comprensión ante las circunstancias que la llevaron a vivir en la calle
- Le puedes brindar respeto ante sus decisiones y estilo que vida
- Le puedes mirar a los ojos y brindar una genuina sonrisa
- Le puedes apoyar económica, afectiva y en especie si está en tus posibilidades
Finalmente, con este sector de la población hay que evitar:
- Conductas de rechazo
- Conductas violentas
- Conductas de humillación
- Discursos enjuiciadores y palabras hostigosas o críticas a su persona y vestimenta
[email protected]
jl/I
|