El martes pasado, en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL), se celebró la versión XX del Encuentro Internacional de Cultura Democrática, organizada por el Instituto de Estudios en Innovación y Gobernanza de la Universidad de Guadalajara. El título de este año fue “Partidos, elecciones y gobernabilidad” y la mesa fue integrada por tres destacados investigadores de la Universidad de Guadalajara (UdeG), del ITESO y de la Universidad de Perugia de Italia.
Primero, Jaime Preciado Coronado, investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la UdeG, presentó un amplio panorama de la importancia de las elecciones en el mundo efectuadas en 2024, donde 49 por ciento de la población acudió a las urnas en “un convulso contexto global” caracterizado por las guerras en Ucrania y Gaza; la crisis inflacionaria; la inteligencia artificial; la regionalización y la relocalización; la desconfianza de la democracia; la incidencia del crimen organizado; el calentamiento global y las migraciones.
Para Preciado la desafección democrática es producto del “carácter procedimental, elitista, delegativo y minimalista de la democracia”, que produce una crisis del “orden mundial liberal”. Esto propicia el aumento del abstencionismo “frente al autoritarismo y al totalitarismo del mercado”. También los órdenes de la democracia (global, supranacional y nacional) son desafiados “por la lejanía de la vida cotidiana del votante”. Concluye que la democracia local aproxima “la legitimidad y es disputada por la derecha y la ultraderecha, aunque también en democracia comunitaria”.
La segunda participante fue Azul Aguiar Aguilar, joven catedrática de ITESO, su ponencia la tituló “México a las puertas del autoritarismo”. Para ella, el desencanto con la democracia puede deberse a que los partidos políticos no llegan a cumplir sus promesas; a que las elecciones son manipuladas y sin integridad; y a que las instituciones políticas han tenido resultados precarios, que propicia un “terreno fértil para las promesas de partidos y líderes populistas”.
En esta perspectiva, Aguiar hace una pregunta: ¿hemos cruzado las puertas del autoritarismo? Asegura que algunos aspectos clave de la democracia en México “han sido erosionados y nos ponen en un proceso de transición hacia un régimen autoritario competitivo”. Si se cruzó el umbral al modificarse las normas judiciales y las políticas de transparencia y acceso a la información. Se han desmantelado de manera legal, discreta y utilizando argumentos democráticos, contrapesos esenciales para el funcionamiento del sistema democrático.
Por último, la politóloga italiana Silvia Bolgherini, de la Universidad de Perugia, presentó un panorama general de la desafección política en Europa y argumenta cómo la inseguridad y la incertidumbre han impactado en al menos tres aspectos: el abstencionismo (en el ámbito electoral), la antipolítica (en la desafección política) y la desinstitucionalización (en los partidos políticos).
Bolgherini concluye que, al fomentar la incertidumbre, se conduce a “menospreciar la democracia”. Ante la pregunta, “¿qué debemos hacer los ciudadanos para proteger la democracia?”, responde que debe reconcentrarse en “un nuevo proceso que refuerce el valor del principio democrático”; esto es, que la democracia “debe ser enseñada (y aprendida) de nuevo”.
X: @Ismaelortizbarb
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