En 1825, el físico francés André-Marie Ampère había establecido las bases de la teoría electromagnética. La conexión entre la electricidad y el magnetismo fue en gran medida desconocida hasta 1820, cuando el físico danés Hans Christian Orsted descubrió que la aguja de una brújula se mueve cuando se enciende o apaga una corriente eléctrica en un cable cercano
Clifford A. Pickover, ‘The Physics Book’, Barnes & Noble, New York, 2013, p. 172
En la época actual de este nuestro universo sabemos, gracias a quienes han cultivado las ciencias físicas en los últimos doscientos años, el que cualesquier fenómeno físico acontecido en cualquier parte del mismo lo podemos explicar con una o varias de las cuatro fuerzas (probablemente sean cinco, aunque todavía faltan evidencias) o interacciones fundamentales, a saber: gravitacional, electromagnética, nucleares fuerte y débil.
Pero no siempre fue tan concreto nuestro entendimiento de los fenómenos físicos; hubo un tiempo en que se pensaba que electricidad, magnetismo y luz eran de naturaleza física diferente. Justamente hasta el siglo antepasado pudimos como humanidad entender que eran tres manifestaciones distintas de una misma realidad física.
Uno de los personajes que aportó a dicha unificación y se le considera el padre de la Electrodinámica clásica es quien nació el 20 de enero de 1775 –aunque otra fuente cita el 22– en Lyon, Imperio francés, y recibió el nombre de André-Marie Ampère. Sobre sus padres y la educación que de ellos recibió se consigna en The Catholic Encyclopedia (TCE): “Su padre era un comerciante próspero y culto, su madre caritativa y piadosa, mientras que él mismo combinaba los rasgos de ambos. La inclinación matemática de su mente se manifestó muy pronto. Antes de conocer las letras y los números, se dice que realizaba cálculos aritméticos complejos mediante guijarros y frijoles” (Fox, W. [1907]. André Marie Ampère. TCE, New York: Robert Appleton Co.), en tanto su padre Jean-Jacques era admirador de la obra del filósofo Rousseau propició que su vástago aprendiera directamente de la experiencia en la naturaleza en lugar de seguir cursos encerrado en una escuela.
Sobre su temprana habilidad hacia las Matemáticas, en una breve biografía publicada por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades español se menciona: “Ya a los doce años, había dominado toda la matemática de esa época. En el año 1801, a la edad de 26 años, fue nombrado profesor de física y química en el Instituto de Bourg, y en 1809, profesor de matemáticas en la Escuela Politécnica de París” (https://museovirtual.csic.es); al enterarse del descubrimiento de Orsted sobre la influencia de una corriente eléctrica en una brújula, Ampère desarrolla la teoría fisicomatemática con la cual se inicia el enlace de los fenómenos eléctricos y magnéticos, postula la ahora conocida como Ley de Ampère del Electromagnetismo la cual relaciona la intensidad de una corriente eléctrica con el campo magnético por ella producido.
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GR
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