I Want You

2025-01-30 06:00:00

Poco más de 4 mil personas. La presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer que, en los primeros días del actual mandato de Donald Trump, del 20 al 26 de enero, llegaron a nuestro país 4 mil 83 personas mexicanas deportadas desde Estados Unidos.

La estridencia con la que el presidente estadounidense ha implementado y anunciado su política de deportación es, hasta ahora, la diferencia real con sus predecesores, porque en términos estrictos, tanto Joe Biden como Barack Obama rebasaron por mucho las cifras de personas deportadas en sus respectivas administraciones comparadas con el primer periodo de Trump. Y lo son también comparadas con estos primeros días de su periodo actual.

Comparto unos números. Durante el gobierno de Biden se deportaron 824 mil 18 mexicanos en 46 meses de mandato, pues las cifras de diciembre y enero pasados aún no estaban disponibles, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria del gobierno de México citada por el periódico El País. Esto sería, en promedio, 4 mil 478 mexicanos deportados cada semana.

Barack Obama, en sus dos periodos (ocho años) deportó a 2 millones 848 mil 937 mil mexicanos, un promedio de 7 mil 419 cada semana.

La propaganda ha sido, en la historia de la humanidad, una herramienta para transmitir e imponer mensajes, ideas, formas de actuar. En este sistema de comunicación, el emisor controla el mensaje y busca la aceptación acrítica de quien lo recibe; la intención es mantener o reforzar una posición de poder. Pero la propaganda no puede ser entendida sin considerar el contexto sociocultural, pues los mensajes son diseñados para resonar dentro de estructuras sociales particulares.

La política de deportación de Trump ha sido, desde que fue candidato, incendiaria. Y me refiero al discurso, a la presentación, a la puesta en escena. Se trata de mandar un mensaje fuerte y claro, que no deje lugar a dudas, que incluye firmas ejecutivas y fotos y mensajes en redes sociales y por medio de sus funcionarios. Biden y Obama no lo hicieron de esa manera, pero los resultados de esas acciones, en este caso las deportaciones, están allí, tangibles.

¿Qué sí ha sido diferente? La administración de Obama priorizó la deportación de personas con antecedentes penales y recién llegados; Biden retomó estos lineamientos, pero además permitió expulsiones rápidas durante la pandemia. Trump, por su parte, ha implementado políticas más amplias que permitieron la deportación de cualquier persona considerada “deportable”, lo que llevó a un aumento en redadas y arrestos indiscriminado en su primer periodo, lo que se está retomando en el actual, más otras medidas que han causado controversia, como la construcción del muro fronterizo, las amenazas de redadas en hospitales, escuelas e iglesias; el no reconocimiento a las ciudades santuario, la intención de eliminar el programa de respaldo a los dreamers, la orden ejecutiva para desaparecer la ciudadanía por nacimiento de hijos de personas no estadounidenses…

No estoy, en ninguna circunstancia, defendiendo a Trump. Mi intención es compartir algo del contexto que yo misma he estado aprendiendo en estos momentos para tratar de entender mejor los hechos, porque pareciera que, en medio de todo el ruido, la corriente nos puede arrastrar con más facilidad.

La propaganda.

X: @perlavelasco

jl/I

 
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