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(Foto: Michelle V�zquez)
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Los casos de desapariciones ocurridas en las tres central de autobuses de la Zona Metropolitana de Guadalajara, y confirmados por el propio gobierno estatal, habla de un patrón de reclutamiento mucho más complejo al cual no ha podido responder el Estado, consideró Jorge Ramírez, sociólogo e integrante del Comité Universitario de Análisis en Materia de Desapariciones de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Señaló que desde 2017 hay evidencia del reclutamiento forzado de jóvenes para integrarlos como pistoleros del crimen organizado, el cual ha ido cambiado su modus operandi reflejado en el incremento de víctimas.
Luego de que se revelara que algunos de los 38 detenidos en el campo clandestino de adiestramiento desmantelado en Teuchitlán, y que el propio gobernador Pablo Lemus lo confirmara, esto habla de “una operación de gran tamaño”, en la cual se utilizan vehículos particulares para capturar y transportar a las víctimas.
En los últimos años los casos de desaparición en las centrales de autobuses ha incrementado, no solo en con víctimas jalisciense, sino de otras entidades, pues hay casos de jóvenes foráneos que llegan a estos sitios y desaparecen, siendo punto de referencia para los criminales para movilizarnos a los campos clandestinos de adiestramiento.
En entrevista para InformativoNTR con Sergio René de Dios, coincidió en que la policía cibernética puede jugar un papel más activo, pero este delito continuará en la entidad si no son desmanteladas las redes criminales que operan el reclutamiento.
El académico Jorge Ramírez indicó que las atractivas ofertas de trabajo que sirven para atraer a jóvenes y llevárselos a la fuerza son una forma en cómo opera las redes criminales, pues diversifican su métodos.
jl
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