Nueva alerta en el Santiago

2025-02-24 06:00:00

La preocupación de los habitantes de El Salto y Juanacatlán, respecto a la posible reactivación de la termoeléctrica La Charrería, podría no ser gratuita. La experiencia que tienen es que para los políticos estos proyectos significan desarrollo e inversión, aunque claramente para los ciudadanos han sido graves problemas ambientales y de salud.

Además, después del anuncio que hizo la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, de que una de las plantas del Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional estaría en Jalisco, de inmediato se empezó a recordar la planta de Juanacatlán.

Hace unos días, el secretario de Desarrollo Energético y Sustentable del gobierno del estado, Manuel Herrera, declaró a los medios de comunicación que sería “buenísimo” retomar el proyecto de La Charrería, porque “va muy avanzado, prácticamente están en las últimas resoluciones”.

Unos días antes, el gobernador Pablo Lemus dijo que él le había solicitado a la presidenta Claudia Sheinbaum la instalación de la planta de electricidad en Jalisco. “Ah, y es muy probable que sea en el municipio de Juanacatlán. Es muy probable que sea ahí, una planta de ciclo combinado, que va a ser la más grande de México”.

Lemus Navarro precisó que él hizo la solicitud de reactivar el proyecto porque necesita ofrecer energía eléctrica a las empresas que tienen interés de invertir en Jalisco y aseguró que se habían reactivado los estudios de factibilidad en la planta llamada La Charrería, en el municipio de Juanacatlán. Para el gobernador, es “una gran noticia” para el estado.

El proyecto de La Charrería, que sería implementado por la empresa española Fisterra Energy, fue cancelado hace cinco años. En una conferencia de prensa, el ex gobernador Enrique Alfaro Ramírez hizo el anuncio, argumentando que en Jalisco se apostaría por las energías limpias y que le extrañaba que las autoridades ambientales federales apostaran por un proyecto ubicado en una zona de alta fragilidad, “una zona que está en la cuenca del río Santiago, con todo lo que eso implica, en una zona con problemas de abasto de agua muy importantes”.

Alfaro Ramírez fue enfático ese 17 de diciembre de 2019: “No. No se va a hacer ese proyecto”. El entonces secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, Sergio Graf Montero, explicó que el acuífero sobre el cual se encuentra el predio de La Charrería, “está sobreexplotado y en veda de control para prevenir perjuicios al abastecimiento de agua potable y usos domésticos”.

Graf Montero también recordó que esa zona del Área Metropolitana de Guadalajara es la que presenta más episodios de mala calidad del aire y que la planta aumentaría la emisión de gases de efecto invernadero, que equivaldrían a 21 por ciento de las emisiones generadas por todo el sector transporte, incluido el parque vehicular privado, 63 por ciento de todas las generadas por el sector pecuario o 62 por ciento de los que genera toda la basura metropolitana.

Sin duda es una contradicción por parte de las autoridades que, mientras retoman los planes de saneamiento del río Santiago, se voltee a un proyecto que ya se había comprobado que causaba problemas severos en la zona.

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