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AGENDA. En M�xico, entre el 2007 y 2023, se produjeron m�s de 751 cr�menes contra personas trans, contaron los investigadores. (Foto: Agencia EFE)
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Transfeminicidio (2025) es la investigación de los periodistas mexicanos Emma Landeros Martínez y Joel Aguirre, que se presentó este martes para evidenciar la impunidad persistente en este crimen de odio que solo está tipificado en la Ciudad de México y Nayarit.
“(Este tema) sigue sin estar en la agenda legislativa y gubernamental, estamos bastante lejos de que haya justicia y se eviten estos delitos”, confiesa Landeros en rueda de prensa en la capital mexicana tras recordar el caso de la reforma legislativa que se hizo tras el asesinato de Paola Buenrostro, una trabajadora sexual transgénero que fue asesinada en 2016.
En México, entre el 2007 y 2023, se produjeron más de 751 crímenes contra personas trans, según el Centro de Apoyo a las Identidades Trans, unas cifras que no contabilizan todos los casos, porque “las autoridades dejan u omiten este tipo de crímenes al ser calificados como “asesinatos a hombres vestidos de mujeres”, explica Aguirre.
“Muchas veces las familias se avergüenzan y prefieren dejar el caso olvidado, otras veces les reclaman como hijos hombres. Esto es un regalo para las autoridades que los toman como hombres, así no se ven obligadas a legislar por el transfeminicidio”, agrega.
Las reformas legislativas que buscan tipificar este crimen de odio como transfeminicidio por el momento están estancadas, y sólo en el estado Tamaulipas se ha vuelto a abrir y está en proceso de votación.
Con la tipificación de este delito, según el propio Aguirre, la autoridad ya cuenta un protocolo que lo “obligue a actuar con mucha más prisa para encontrar a los culpables” y también a que “la sentencia sea mucha más larga (hasta 70 años de cárcel) y el caso tenga una atención mayor”.
Aunque el libro se centra en las historias de mujeres transexuales asesinadas, Landeros y Aguirre no quisieron dejar de lado a “los hombres que sufren de esta violencia y de la que su difusión es aún menor”.
“Las poblaciones no solo encasillan a las chicas trans, también a los chicos. Si las chicas han sido eliminadas del espectro público, para los chicos es peor porque padecen violencia y los casos son menos conocidos. Por ejemplo, si a un chico trans para postularse al trabajo le piden la cartilla de servicio militar, el ejército no cuenta con un protocolo para otorgársela”, comenta Aguirre.
Además, muchas veces “se ven relegados a trabajar en empresas en las que no tengan que dar la cara”, por ejemplo, “lavando trastes en restaurantes que aseguran ser inclusivos”, pero la realidad es que ahora no vemos a “un hombre o mujer trans ser gerente de un banco o de una empresa”.

CRIMEN. Aguirre recordó el caso de la reforma que se hizo tras el asesinato de Paola Buenrostro, una trabajadora sexual transgénero asesinada en 2016. (Foto: Agencia EFE)
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