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Foto: Especial
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El Rancho Izaguirre en Teuchitlán ha sido objeto de interés, pero poco se conocía sobre sus propietarios. El periodista Esteban David Rodríguez llevó a cabo una investigación publicada en Emeequis que revela cómo el predio fue adquirido por el crimen organizado.
A través del sistema de geolocalización del catastro rural se determinó que el terreno estaba en dominio pleno, lo que significa que era propiedad privada. Rodríguez contactó a comuneros y vecinos, quienes lo llevaron a "don Genaro", –un nombre ficticio del propietario– que sufrió amenazas de un grupo criminal en 2012, que tomó a su hija y lo obligó a firmar un contrato de compra-venta de la parcela ejidal.
El grupo criminal ocupó un tercio del terreno de 3.3 hectáreas, que anteriormente era una tierra de labor sin construcciones y donde se construyó el Rancho Izaguirre.
La investigación destaca la irregularidad de que un predio ejidal se convirtiera en privado, ya que esto requiere procedimientos legales complejos ante la Sedatu y el registro nacional agrario. Tras firmar el contrato, "don Genaro" perdió el rastro del mismo y, al intentar pagar el predial de su casa a inicio de este año, se encontró con que debía también por el terreno que le había sido devuelto por los criminales.
De acuerdo con el periodista, la población local tenía conocimiento de la presencia de criminales en la zona, aunque no en detalle.
Rodríguez señala que la impotencia de las autoridades frente a estos grupos dificultaba que los ciudadanos se atrevieran a denunciar la situación.
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