Se apaga la voz de la �radio alegre�

La radio tapatía se quedó sin una de las voces más alegres y legendarias. José Luis Ortiz Cabeza de lombriz Ramos murió este jueves víctima de insuficiencia renal, unos años después de haber celebrado cinco décadas en la locución y unos días después de haberse enterado que padecía también leucemia, que le diagnosticaron apenas el 25 de diciembre.

En mayo pasado había dejado los micrófonos de La Consentida, emisora de Televisa Radio; argumentó estar cansado tras más de 55 años en la profesión de locutor, que le dio prestigio, fama, dinero y el carácter de leyenda que le atribuyen quienes trabajaron con él o gozaron de su amistad.

Desde hace más de 15 años hacía un programa denominado El chacharero, el de mayor rating de su emisora. También hizo un programa de niños, El capitán Lombriz.

“Hacía reír, eso lo que más le gustaba a la gente, se mofaba de todo, incluso si le mentaban la madre; era muy irónico, con mucho sentido del humor, nada qué ver fuera de micrófonos, porque era un hombre taciturno. Vivió una infancia muy dura, era desconfiado y si de algo estaba agradecido en la vida era de su profesión”, recordó Elizabeth Nogues, locutora de La Consentida y amiga de Ortiz Ramos por más de 30 años.

José Luis Ortiz Ramos trabajó en los años 60 en la estación La B Grande del Distrito Federal, pero en los años 70 se hizo popular en La Cotorra en el AM tapatío, además laboró para Canal 58 y XEHL, desde hace poco más de 20 años estaba al aire en La Consentida.

Juan Olvera, decano de la locución en Guadalajara, conoció a Ortiz desde la infancia y recordó que desde que terminó la secundaria fue seducido por la radio.

“Lo conocí por su hermano Carlos. Se casó a los 16 años y comenzó a trabajar en Radio Novedades y nunca fuimos compañeros de trabajo. En los 60 fue parte de la radio y la locución ágil y los programas de complacencias. José Luis tenía magia, platicaba, hacía voces, tenía gracia para caerle bien a la gente, era muy guasón, pero con medida. Era muy bueno para las ventas”, reconoció Olvera, quien recordó, además, que Ortiz leía guiones escritos por Jorge Águila, otro locutor legendario de la radio tapatía y conocido por su estilo en la nota policiaca.

“El apodo de Cabeza de lombriz lo tenía desde la primaria. Contaba que tenía un compañero muy carrilla y se burlaba de él así”, expresó Juan Olvera, quien subrayó la trascendencia de su trabajo al evocar un viaje a Los Ángeles en el cual escucharon de coche a coche una grabación de La Cotorra, la cual creyeron imitación del concepto tapatío, pero resultó ser una grabación en cassette que escuchaba un hombre originario de Guadalajara que emigró a Estados Unidos.

“Su modo típico era la radio alegre, sólo lo escuchabas serio al presentar y despedir canciones”, subrayó Juan Olvera. Por su parte, Elizabeth Nogues destacó su legado en la radio tapatía: “Hizo escuela, muchos locutores lo admiraban, tenía una excelente dicción, se hizo sobre la marcha, encontró su medio y destacó”.

Los restos de José Luis Ortiz Ramos descansan desde este viernes en el Panteón de Mezquitán.

Emisión

Desde hace más de 15 años hacía un programa denominado El chacharero, el de mayor rating de su emisora

HJ/I