|
ESTRATEGIA. El 'impuesto rosa' no se trata de un gravamen, sino de un sobreprecio que aplican algunos fabricantes, comercios y empresas de servicios. (Foto: M�nika Neufeld)
|
Si alguien los tomara en un cuarto con poca luz diría que son iguales, pero los rastrillos tienen dos diferencias. La primera es que uno es rosa y el otro es azul. La segunda es que el rosa cuesta 8.10 pesos más, una diferencia de 25 por ciento en el precio.
En cientos de productos las mujeres pagan más que los hombres. Se trata de artículos de uso diario. A veces son idénticos, pero tienen una etiqueta rosa o alguna referencia al género femenino; en otros casos fueron fabricados para ser usados por mujeres. Como sea, su importe es mayor. A este fenómeno se le conoce como pink tax –o impuesto rosa o tasa rosa–.
Se ha identificado sobre todo en productos básicos de higiene personal, estética o nutrición; sin embargo, hay mayor costo en muchos otros ámbitos como la ropa, juguetes y servicios para adultos mayores.
Aunque es conocido así, el impuesto rosa no es tal, es decir, no se trata de un gravamen, sino de un sobreprecio que aplican algunos fabricantes, comercios y empresas de servicios, una suerte de costo por ser mujer.
Muchas mujeres desconocen que las empresas aplican este sobreprecio, aunque en más de alguna ocasión hayan identificado que pagaron más por un producto parecido al de un varón.
Incluso, un experto en mercadotecnia a quien se le solicitó una entrevista para este tema negó que el fenómeno existiera. Por el contrario, basta ir a una sucursal de una famosa cadena de farmacias o de un supermercado para comprobar que es una práctica común.
Sin datos nacionales
Mientras en países como Estados Unidos existen varios estudios sobre esta situación, en México no se pudo encontrar uno como tal. Por ejemplo, la Procuraduría Federal del Consumidor informó que su monitoreo Quién es quién en los precios analiza los importes de un producto en diferentes tiendas, independientemente del género al que van dirigidos.
En contraste, apenas en diciembre pasado el Departamento de Asuntos del Consumidor de la Ciudad de Nueva York (DCA, por sus siglas en inglés) hizo público el estudio From cradle to cane: the cost of being a female consumer, en el que estudiaron productos como juguetes y accesorios, ropa infantil y de adulto, artículos de salud e higiene personal, incluidos los dirigidos a las personas de la tercera edad.
La dependencia comparó cerca de 800 productos con versiones masculinas y femeninas claras de más de 90 marcas, vendidas en un par de docenas de tiendas físicas y en línea.
En promedio, los productos para las mujeres costaron 7 por ciento más que sus similares. De hecho, apenas en sólo cinco de las 35 categorías analizadas, los artículos para consumidoras fueron más caros que aquellos para hombres.
En la muestra, los productos para mujeres costaron más 42 por ciento de las ocasiones, mientras que los que van dirigidos a los hombres tuvieron precios más altos en apenas 18 por ciento de las veces.
En Australia, asociaciones como GetUp aseguran que el pink tax puede llegar a ser de hasta 18 por ciento y se aplica incluso a bolígrafos, en los que la versión femenina de un paquete puede costar hasta 5 por ciento más que la masculina.
La mercadóloga Susana Gutiérrez explicó que el mercado femenino es sumamente atractivo para las empresas, ya que su consumo es mayor al de los hombres.
“Nada les cuesta (a las empresas) aplicar un sobreprecio porque saben que lo vamos a pagar, ya sea porque nos gusta, porque seguimos la marca o porque nos dejamos llevar por la publicidad”, agregó.
“Lo que queremos es el producto que nos muestran en la televisión, en la radio o en cualquier otro medio de publicidad, porque así estaremos a la moda o también nos dará cierto estatus, ese reconocimiento que la gente busca ante los demás, que le da poder o lo ubica en cierto nivel socioeconómico”.
Una raya más…
Este fenómeno se suma a la desigualdad salarial que enfrentan las mexicanas. A medida que el nivel de remuneraciones aumenta, el porcentaje de mujeres es menor comparado con el de los hombres, en tanto que en los tres niveles de ingresos más bajos es mayor la proporción de ellas que de ellos.
El reporte Hombres y Mujeres 2015, elaborado de manera conjunta entre el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), revela que 7.1 por ciento de los hombres ocupados tiene un nivel de ingresos mayor a los cinco salarios mínimos –más de 365.20 pesos al día–, mientras que en el caso de las mujeres la proporción es de 4.5 por ciento.
En tanto, 40.9 por ciento de los hombres ocupados y 55.8 por ciento de las mujeres ocupadas reciben mensualmente ingresos que no rebasan los dos salarios mínimos –equivalentes a 146.08 pesos diarios–.
La Organización Internacional del Trabajo ha documentado que los hombres jóvenes ganan entre 1 y 36 por ciento más en todos los sectores y profesiones.
Con información de Notimex
Ofrecerán 3 mil empleos
En el marco del Día Internacional de la Mujer, el Servicio Nacional de Empleo realizará la primera Feria Nacional Mujer Emprende, en la que se ofrecerán más de 3 mil 300 vacantes.
Se contará con la participación de 65 empresas e instituciones. El evento tendrá lugar mañana en la Plaza de la Liberación, zona centro de Guadalajara, de las 10 a las 15 horas.
Para asistir es importante registrarse en línea, en el portal ferias.empleo.gob.mx, o acudir con copia de identificación original, comprobante de domicilio y Clave Única de Registro de Población (CURP).
También se proporcionarán servicios de salud (mamografías y exámenes generales); así como asesoría de instituciones de asistencia social y centros de formación y capacitación para mujeres.
¿Cuánto?
En promedio, en las cinco industrias analizadas, un estudio de las autoridades de la ciudad de Nueva York encontró que los productos para mujeres son más caros que los dirigidos a hombres:
7% más en juguetes y accesorios
4% más en ropa infantil
8% más en ropa para adultos
8% más para productos de salud y para personas de la tercera edad
13% más en productos de higiene personal
Fuente: DCA
DN/I
|