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MUESTRA. El archivo fotogr�fico de Pablo Ibarra consta de m�s de 70 mil placas que han sido conservadas por su hija Berta Ibarra. (Foto: M�nika Neufeld)
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Retratos infantiles, de adultos, en pareja, familias completas, sobre grupos de la iglesia o salones escolares, pero también de recién fallecidos y hasta del paisaje de Arandas y sus alrededores, es lo que capturó el fotógrafo Pablo Ibarra (1901-1973) en sus poco más de 50 años de trabajo en el siglo pasado.
Casi 1 por ciento de todo el acervo que tiene la hija del fotógrafo, Berta Ibarra, es lo que se exhibirá a partir de esta noche en la Casa Iteso Clavigero, dentro de la muestra que lleva por título Retrato y vida cotidiana en Arandas. Fotografías de Pablo Ibarra (1901-1973), cuya selección hace un repaso por algunas de las capturas que realizó durante la trayectoria del Fotógrafo de pueblo.
Para Gutierre Aceves, coordinador de la Casa Iteso Clavigero, quien junto con el fotógrafo LuisCaballo se hizo la curaduría para la muestra, Pablo Ibarra es “aún desconocido en los circuitos de la fotografía mexicana”, que además “nos da una visión de la región de Arandas” y a la par de ello “le toca ser testigo de momentos históricos”, como lo fue la guerra de los cristeros y la migración de personas a Estados Unidos, apuntó Aceves.
“Creo que este archivo, sin exagerar, es uno de los más importantes, no sólo en Jalisco, sino en el país, no sólo por el número de negativos, 70 mil, sino por la variedad temática y por la calidad estética”, precisó.
Por otra parte, Luis Caballo, aseguró que a Ibarra se le debe reconocer por su “amplitud de visión y compromiso con la imagen, por supuesto que vivía de los retratos que hacía en el estudio, pero el compromiso con la época, de retratar la vida, la política, el desarrollo urbano de Arandas”, agregó, “fue un fotógrafo que se comprometió con su época”.
La selección de imágenes para la exposición parte del libro Pablo Ibarra. Fotógrafo alteño. Foto estudio Ibarra, que fue realizado con la investigación de Arnulfo Salazar, Lucía Ángel y Daniel Gutiérrez, quienes por primera vez realizan un ejercicio que recorre el legado del trabajo fotográfico y en el que se muestra la diversidad en temática, técnica y calidad, que no sólo se quedaron en el trabajo hecho en su estudio, sino en el paisaje.
El recorrido
La exhibición está compuesta por 80 imágenes que fueron sacadas de los negativos originales e impresas en distintos formatos, pero también de otras más de cien que serán proyectadas en dos pantallas. Además, la hija del homenajeado prestó dos cámaras que utilizó Ibarra para capturar los momentos, así como muebles originales de su estudio.
Dividida en dos partes, la primer planta de la Casa Iteso Clavigero está dedicada al retrato desde los inicios de Ibarra, en la década de los 20 hasta su muerte; por el acomodo de las personas y la ropa puede ser fácil de percibir en qué época fue tomada cada imagen.
Ahí, está desde el retrato familiar, el retrato individual en niños y adultos, así como de pareja y hasta para credenciales. Además, se puede ver una de las cámaras de fuelle que permitían una sola toma, por lo que ayudaban a “cuidar el detalle, fijarte en las luces, composición y toda la estética de la imagen antes de disparar”, explicó Caballo.
En el segundo piso se pueden apreciar las fotografías de la vida cotidiana, con grupos de niños y adultos en la iglesia, en la escuela y más; también están los clásicos retratos de los recién muertos y finaliza con las capturas al paisaje alteño.
Homenaje al cuidado del acervo
La hija del fotógrafo Pablo Ibarra, Berta, será homenajeada esta noche por la labor de conservación que ha hecho con el archivo del legado de su padre, quien además participó en su taller coloreando y revelando imágenes.
Gutierre Aceves comentó que “es un hecho muy destacable y muy importante para la conservación del patrimonio”, porque a comparación de muchos archivos de fotógrafos de pueblo que son desechados, Berta ha cuidado las 70 mil placas y negativos.
Para la hija de Pablo Ibarra, quién cerró su propio estudio en 2008, que reconozcan a su padre la llena de emoción. “Me siento muy emocionada porque nunca creí que le hicieran este homenaje a mi padre, una persona humilde que nunca anduvo en sociedad ni mucho menos”, dijo en entrevista para NTR.
Berta recordó que su padre se inició en la fotografía a principios de la década de los 20, luego de que éste vio un anuncio que decía que le regalaban una cámara “de cajoncito” al comprar un rollo; después adquirió un libro y pedía información por medio de correspondencia.
En los primeros años de su oficio, los retratos tenían un costo de 25 centavos, pero en los tiempos en los que tuvo mayor éxito, tenía citas en su estudio o asistía a los domicilios de sus clientes.
El dato
Previo a la inauguración de la exposición esta noche, se presentará el libro que da inicio a la revisión del trabajo de Pablo Ibarra. Participarán los investigadores Arturo Salazar, Juan José Doñán y el fotógrafo Luis Caballo
No te la pierdas
La exposición Retrato y vida cotidiana en Arandas será hoy a las 20 horas en la Casa Iteso Clavigero (Guadalupe Zuno 2083), pero se podrá ver hasta julio. La entrada es libre
Tributo
Berta Ibarra será homenajeada esta noche por la labor de conservación que ha hecho con el archivo del legado de su padre, quien además participó en su taller coloreando y revelando imágenes
Cifra:
3 cámaras utilizó Pablo Ibarra durante su trayectoria
HJ/I
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