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'FOCO ROJO'. En Jalisco existen dos �reas de alto riesgo en materia de trabajo infantil: la construcci�n y los jornaleros agr�colas. (Foto: Jorge Alberto Mendoza)
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Las políticas públicas, reformas a leyes, normas y reglamentos, así como la creación de diversos mecanismos para proteger a la infancia de Jalisco, que se han presumido en la actual administración, han quedado en el papel y el discurso: no terminan de integrarse, no se ejecutan o simplemente no se cumplen.
El Plan Estatal de Desarrollo (PED) 2013-2033 advierte que la entidad ocupa el tercer lugar nacional con el mayor número de niños, niñas y adolescentes ocupados en actividades económicas; pese a ello, las autoridades estatales y municipales siguen indiferentes a la problemática al mantenerla relegada de la agenda pública y ni siquiera abordarla en las leyes.
En abril de 2013, un mes después de asumir el cargo como gobernador, Aristóteles Sandoval Díaz anunció una serie de reformas en materia al Código Civil y al Reglamento del Registro Civil encaminadas a garantizar una adopción justa, plena y segura, a garantizar el derecho de identidad y a la protección en casos de emergencia.
Un año más tarde, en abril 2014, publicó reformas para dar seguimiento a la convención sobre los derechos del niño a través de un comité e impulsó la Ley de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, aprobada en septiembre de 2015 en el Congreso del Estado para dar pie a la desaparición del Consejo Estatal de Familia, y en su lugar crear una Procuraduría de Protección a los Derechos de los Niños así como los sistemas estatal y municipales de protección a la infancia.
No obstante, estos cambios en las normas del estado y los municipios no abordan el tema del trabajo infantil de manera directa y las instancias encargadas de atender la problemática no han sido creadas, pues a ocho meses de la publicación de la ley, sólo cuatro de los 125 municipios han instalado el sistema municipal de protección de los derechos, conforme lo señala la ley en el título V, capítulo 1.
El plazo máximo para la instalación de estos organismos era de 60 días, apenas hasta este año Zapopan, Tonalá, Tlaquepaque y Guadalajara cumplieron con esta obligación, mientras que el sistema estatal opera con sólo tres personas.
“Sin duda el tema del trabajo infantil está desprotegido en materia legislativa porque es un tema muy delicado, se ha manejado de una manera lineal en todo el tiempo que ha existido el trabajo infantil. Cada vez son más los niños que vemos chambeando y en materia de legislación está la ley estatal, la ley general e incluso los reglamentos municipales están en el papel, pero no son aplicados, los plazos no se cumplen, ya caducaron. Los municipios están olvidando la parte de la protección a la infancia, eso nos habla de un tema al que le restan importancia”, afirmó Paulina Mendoza Carrillo, directora de Difusión del Colectivo Pro Derechos de la Niñez (Codeni).
Trabajan millón y medio de menores
Está falta de estrategias de combate al trabajo infantil e ineficacia en las políticas públicas y programas estatales que atienden total o parcialmente a la niñez y son operados por 12 dependencias, se refleja en la tercera posición que mantiene el estado a nivel nacional por número de menores trabajando, al reportar 58 mil 115 niñas y niños de 5 a 13 años que desarrollan una actividad económica según el Módulo de Trabajo Infantil (MTI 2013). Esto significa una proporción de 4.4 por ciento respecto del grupo de edad, por encima del promedio nacional de 3.6 por ciento.
En cuanto al grupo de edad de 14 a 17 años, el Diagnóstico sobre los derechos de la infancia y la adolescencia en Jalisco, elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas por la Infancia en México en 2015, advierte que en Jalisco hay 137 mil 646 adolescentes ocupados, cifra que nuevamente coloca a la entidad por encima del promedio nacional al alcanzar 23.4 por ciento del total en ese grupo de edad, frente a 20.3 por ciento nacional.
Estas cifras se agravan si se habla de realización de quehaceres domésticos, pues se estima que en Jalisco un millón 257 mil 744 niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años desempeñan este tipo de labor. De éstos, 53.4 por ciento son mujeres y 46.6 por ciento con hombres.
Los menores que realizan quehaceres domésticos son los que más impacto tienen en la inasistencia escolar, ya que según el diagnóstico, de las mujeres que llevan a cabo esos quehaceres, más de 73 mil no asistía a la escuela, frente a 47 mil hombres. Esto coloca a la entidad en el quinto estado con mayor inasistencia escolar asociada a la realización de quehaceres domésticos, sólo después de Michoacán, Guerrero, Chiapas y Guanajuato.
Hasta 2013, 57 mil 182 niñas, niños y adolescentes trabajadores no recibían remuneración por su labor.
En cuanto a horas trabajadas, 56 mil 95 niñas, niños y adolescentes ocupados en actividades económicas en la entidad dedicaban 35 horas o más a la semana al trabajo. Esto implica mayor riesgo de inasistencia escolar, según reconoce el gobierno en el Plan Estatal de Desarrollo 2013-20133.
En el PED, el gobierno además reconoce la frecuente contratación de mano de obra infantil, especialmente indígena, en labores agrícolas, particularmente en las zonas de Sayula, Tamazula, Cihuatlán, Ameca y la región cañera de Casimiro Castillo, Autlán y El Grullo.
Y pese a que menciona a los jornaleros agrícolas como uno de los grupos sociales más vulnerables del estado, dado que sus condiciones laborales “tienden a ser esclavizantes, precarias”, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social no ha realizado labores que impacten en la erradicación de la problemática o mejoren las condiciones en que se desarrollan las labores agrícolas.
Los municipios con mayor porcentaje de trabajo adolescente son los ocho correspondientes a la zona metropolitana, donde se concentra 51 por ciento de los menores. A estos municipios les siguen Acatic, Jesús María, Jalostotitlán, Atoyac y La Manzanilla de la Paz.
El trabajo infantil en Jalisco se concentra de manera más intensa en el sector de los servicios, el comercio, la industria manufacturera y particularmente en dos áreas de alto riesgo como la construcción y jornaleros agrícolas.
La advertencia
En 2010, la Organización Mundial del Trabajo advirtió que las niñas, niños y adolescentes tienen un mayor riesgo de trabajar durante periodos de crisis económica, situación de la que Jalisco no estaba exento y desde un año antes enfrentaba.
“En Jalisco, el endurecimiento del crédito y la disminución de las remesas de los miembros de la familia residentes en el extranjero desde 2009 generaron presión sobre los hogares vulnerables y probablemente aumentaron su dependencia del trabajo infantil”, afirmó la organización.
Al respecto, en el PED se admite que si bien la situación del estado fue “ligeramente mejor” que en otras entidades, “esa evolución favorable no impidió que Jalisco siguiera exhibiendo varios problemas en materia laboral, los que se expresan en desempleo, subempleo, trabajo informal, explotación infantil, precariedad y bajas remuneraciones”.
Guadalajara, políticas de riesgo
La infancia que desarrolla actividades económicas en Guadalajara es clara muestra de la relación entre los periodos de crisis económica ligados al trabajo infantil a los que hace referencia la Organización Mundial del Trabajo.
De acuerdo con el Colectivo Pro Derechos de la Niñez (Codeni), alrededor de 80 por ciento de los menores que trabajan en calles de la capital del estado, desarrollan la actividad “por su propia voluntad” al conocer las carencias a la que se enfrenta la familia. En consecuencia, para el Codeni, al hablar del tema se debe partir de la diferenciación entre menores explotados laboralmente y niños que trabajan por ayudar en la economía familiar.
“Existe una realidad que es la que hemos detectado, la mayor parte de los niños que trabajan en calle lo hacen por ayudar a sus familias, no porque estén siendo explotados u obligados a trabajar. Los niños son conscientes de una carencia en casa y deciden salir a ayudar a papá y mamá, no porque los obliguen, sino porque es una manera de ayudar a la familia y a ellos mismos porque con eso hasta pagan sus cosas. No es que estemos a favor del trabajo infantil, pero es una realidad que ya todos los miembros de una familia aportan a la economía porque ya no es suficiente”, señaló Mendoza Carrillo.
El trabajo de campo que desarrolla el organismo les ha permitido detectar que los menores que tienen entre 5 y 12 años y viven en zonas como San Martín de las Flores, El Salto y el Cerro del Cuatro, antes de la actual administración realizan su actividad económica en el cuadrante que comprende Plaza Guadalajara hasta Plaza Tapatía y el Instituto Cultural Cabañas.
Pero la dinámica cambió con la política de reordenamiento del ambulantaje en el primer cuadro de la ciudad que puso en marcha el Gobierno de Guadalajara, misma que orilló a los menores a desplazarse a zonas como Chapultepec, Parque Morelos, avenida México y otros cruceros.
Esto agravó la vulnerabilidad de los menores, ya que ampliaron los horarios de trabajo y muchos de ellos ofrecen productos en bares y restaurantes.
“Ya no pueden trabajar ahí y lo que hicieron fue abrirse y separarse del Centro, recorriéndose a bares y restaurantes. Detectamos algunos puntos de riesgo porque están expuestos a un ambiente no adecuado para la infancia como el alcohol o cigarro, y han pasado a ser incluso diversión de los jóvenes porque les piden que canten o cuenten chistes por una moneda y si nos vamos a temas más extremos hablamos de cuestiones sexuales, sobre todo porque las niñas que están vendiendo son adolescentes”.
En cuanto al 20 por ciento de los menores, Mendoza Carrillo explicó que si bien no se puede aseverar que son niños, niñas y adolescentes en situación de explotación laboral, sí hay aspectos que permiten identificar que los menores no desarrollan la actividad por su propia voluntad o para aportar a la economía familiar, pues incluso quienes están cuidándolos no son familiares.
Frente a este panorama, para el Codeni, las políticas públicas deben abrirse a una participación real de las organizaciones que trabajan con niñez en situación de calle o infancia trabajadora a fin de integrar estrategias que vayan más allá de la entrega de mochilas y algunos apoyos que no tienen impacto para generar un cambio y son de corto plazo.
Dato:
Explotación Los municipios con mayor porcentaje de trabajo adolescente son los ocho correspondientes a la zona metropolitana, donde se concentra 51 por ciento de los menores
Cifras:
58 mil 115 niños de 5 a 13 años trabajan
137 mil 646 adolescentes desarrollan actividades económicas
57 mil 182 niños trabajadores no recibían salario por su labor, hasta 2013
HJ/I
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