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Controversia. La conversi�n de las cenizas de Luis Barrag�n en un diamante, seg�n la artista Jill Magid, ocurre en febrero de este a�o. (Foto: Especial)
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Luego de la exhumación de parte de los restos mortales de Luis Barragán, ocurrida en septiembre del año pasado, la conversión de 525 gramos de sus cenizas en un diamante que se montó en un anillo ha causado escándalo en México, toda vez que actualmente el proyecto es expuesto en la Kunst Halle Sankt Gallen de Suiza.
La cabeza de lo que personajes como Juan Villoro, en su columna para Grupo Reforma, han calificado como “grotesco reciclaje”, es la artista estadounidense Jill Magid, quien explicó recientemente su proyecto a la revista mexicana Código. La noticia también se difundió la semana pasada en The New Yorker.
El camino de una excentricidad
De acuerdo con las publicaciones y lo declarado por la artista a Código, el proyecto surgió con la intención de recuperar los archivos de Luis Barragán que hace 20 años fueron comprados por Rolf Fehlbaum, propietario de la empresa suiza Vitra, para regalárselos a su entonces prometida y hoy esposa Federica Zanco, quien conoció la obra del arquitecto tapatío y se obsesionó con ella.
Los archivos incluyen planos, dibujos y notas que pertenecían a los herederos de Barragán, y que los suizos compraron en 3 millones de dólares. A partir de entonces crearon la Barragán Foundation, que es ajena a la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán (FATLB) que preside actualmente Arabella González Huezo en Guadalajara, con 30 miembros, entre ellos el arquitecto Juan Palomar.
Cuando Magid (Connecticut, 1973) conoció la historia, de acuerdo con Arabella González, “se convirtió en su obsesión”.
Magid explicó que su primer encuentro con los herederos del arquitecto tapatío fue a través de Hugo Barragán Hermosillo, sobrino de Luis Barragán, y quien escuchó su idea, pero que no quiso autorizar sin el consenso del resto de la familia. En julio de 2014 la artista tuvo una exposición en el Museo de Arte de Zapopan (MAZ), ocasión en la que convocó a una cena, según lo explicó, al resto de los familiares en el propio recinto zapopano, un día antes de la inauguración de Mujer con sombrero.
La artista afirmó: “Después de la cena les presenté el proyecto y me apoyaron por unanimidad”. La forma en que Jill Magid pretendía, o pretende aún, recuperar el archivo es intercambiándolo por el anillo y que así Federica Zanco tenga una parte del arquitecto al que tanto admira. El presidente de Vitra, hasta el momento, ha rechazado la propuesta.
Magid expone actualmente en Suiza el anillo y otros objetos, como siete caballitos de plata de un peso equivalente a las cenizas, así como un video de la exhumación y el certificado de autenticidad, y después los materiales viajarán a San Francisco, ciudad cuyo Art Institute se encargó de convertir las cenizas en el diamante de 2.02 quilates.
Desconocen el proceso
La actual presidente de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán (FATLB) Arabella González Huezo, afirmó en entrevista con NTR que “somos ajenos al proyecto de la artista Jill Magid. Si bien le hemos abierto las puertas de los archivos y la Casa Estudio Luis Barragán cuando lo ha solicitado, como a cualquier otro investigador que lo solicita por escrito, en esta ocasión no fuimos consultados sobre este proyecto de exhumación y elaboración del diamante. Sé que es un acuerdo con la familia de Luis Barragán, misma que solicitó el trámite ante las autoridades”.
Admitió que se sienten muy sorprendidos, “creo que nadie creímos posible que se pudiera sacar una parte de los restos de Barragán de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. Por lo pronto es una noticia tan excéntrica que, ahora mismo, está en todos los medios internacionales. Es una muestra visible, pero de un tema más complejo, que surgió cuando a la artista se le negó consultar los archivos en Suiza, por lo que esto se convirtió en su obsesión; y por ello el diamante puesto en un anillo de compromiso simboliza lo que la artista le quiere ofrecer a la arquitecta propietaria de los archivos en Suiza, a cambio de que los archivos profesionales de Barragán regresen a México. Esto es lo que entiendo, pero como te comento, me he ido enterando también por los diarios”, señaló.
Para González no hay un secuestro en los archivos que pertenecen a los Fehlbaum-Zanco, “porque fueron comprados hace cerca de 20 años, y están allá porque son el resultado de una transacción comercial legal. No hay indicios de que regresen pronto a México, a menos que esa fundación quiera regresarla, ya sea en donación o incluso vendérnosla”, pues a la organización tapatía sí está interesada en recuperarla.
Proceso incompleto
En los registros del Congreso del Estado aparece un oficio recibido el 8 de mayo de 2015, firmado por el entonces secretario general del Ayuntamiento de Guadalajara, Jesús Lomelí Rosas, en el que hace una consulta a los diputados para que comuniquen al municipio qué procedía ante la petición hecha por Hugo Barragán Hermosillo.
La petición a la que se refiere, señala el documento, se realizó “en representación de la familia Barragán, heredera, descendiente y dueña de los restos mortales del ilustre arquitecto Luis Barragán Morfín”, para que se les permita “extraer una pequeña muestra de las mismas”.
Se anexa la petición de los herederos de Barragán, quienes argumentan que necesitan “extraer una pequeña y simbólica cantidad de cenizas de la urna”, para lo cual piden permiso “para exhumar momentáneamente las cenizas de nuestro antepasado, que se encuentran en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres”.
La familia se comprometió a que el proceso se haría bajo “la supervisión de un notario” y que sería ejecutado “por un profesional designado por una agencia funeraria”.
El oficio se envió al Congreso por acuerdo del entonces presidente municipal de Guadalajara, Ramiro Hernández García, y se turnó a la Comisión de Cultura, según consta en El Diario de los Debates de la sesión de pleno, celebrada el 13 de mayo de ese mismo año.
En el registro de procesos legislativos, de la página web del Congreso del Estado, se informa que la petición fue recibida el 14 de mayo por la Comisión de Cultura, que era presidida por el diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Julio Nelson García. No hay más registros de que se haya dictaminado ni se haya emitido una respuesta.
El traslado de Luis Barragán Morfín del Panteón de Mezquitán a la rotonda erigida en la Plaza de los Jaliscienses Ilustres fue autorizado por el Congreso del Estado a través del decreto 19462 del 28 de febrero de 2002. En éste se le denominó Benemérito Ilustre y se determinó que 2002 sería declarado “Año del Centenario del Natalicio de Luis Barragán Morfín Arquitecto y Artista Jalisciense”.
En el expediente que autoriza el traslado se señala que se hace con base en la Ley para Declarar y Honrar la Memoria de los Beneméritos del Estado de Jalisco. En ésta se prevé cuál debe ser el procedimiento para el depósito de los restos de los jaliscienses ilustres a la rotonda, pero no cómo pueden ser retirados.
DN/I
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